“¡No quiero escucharte!” y “llegaste 30 años tarde”: La revelación de de Raimundo que destruirá a Iván en “Los Casablanca”
En el capítulo 156 de Los Casablanca, Raimundo rompe en llanto al pedirle perdón a Iván, pero recibe una dura respuesta de su hermano.
Un emotivo momento marcará el capítulo 156 de la teleserie nocturna “Los Casablanca”, donde Raimundo (Francisco Reyes) dejará de lado su orgullo y se sincerará con su hermano Iván (Pancho Melo).
El inicio de la confesión
Luego de entregarle los títulos de la Viña Ítaca como símbolo de derrota, Raimundo enfrentará a Iván desde un lugar poco habitual: la vulnerabilidad. Por primera vez, el vinicultor le hablará con el corazón abierto.
“Todo lo que pasó, pasó porque para mí fue más fácil no ver lo que estaba ahí, delante de mis ojos. Miranda, mis hijos, Carla, a ti”, le dirá con la voz quebrada.
El reconocimiento de sus errores
En su discurso, Raimundo admitirá que se había aferrado a la idea de tener siempre la razón:
“Lo que quiero decir es que para mí siempre fue más fácil, más cómodo, creer que yo siempre estaba en lo correcto. Y que tú estabas equivocado. Ese estigma que tienes desde chico. Tú me lo dijiste una vez, me dijiste que yo nunca había sido capaz de mirarte, de protegerte, de ayudarte. Y sí, tal vez no fui el hermano que necesitabas”, confesará.
Ante esas palabras, Iván reaccionará sorprendido: “A ver si estoy entendiendo. ¿Me estás pidiendo perdón? ¿Te estás disculpando? Esto no lo vi venir. ¿Qué pretendes?”, le replicará sin ocultar su desconcierto.
Un quiebre en la relación
Raimundo insistirá en su mea culpa y explicará su forma de actuar:
“Solo decirte que a mí me gustaba entrar en guerra contigo, me gustaba ganarte, como juego. Y nunca me di cuenta del daño que eso te hacía. No quiero más guerra. Estoy cansado”, señalará.
Además, revelará cómo el resentimiento lo cegó durante años:
“Tú siempre me odiaste desde niño, porque pensabas que yo me sentía superior a ti. Yo no me daba cuenta de eso, hasta que te vengaste de mí quitándome a mi mujer y ahí sí yo comencé a odiarte, con toda mi alma. Ese odio se transformó en obsesión, una obsesión que no me permitió ni siquiera ver a mis hijos”, reconocerá con dolor.
El momento más emotivo
El vinicultor llevará su confesión a lo más íntimo, evidenciando cuánto pesó la falta de cariño en su vínculo fraternal:
“A lo mejor lo único que necesitabas era cariño, un cariño que yo como hermano no fui capaz de darte. Lo que te quiero decir Iván, por la mier… ¡Eres mi hermano, hue…! Y yo no tengo un put… recuerdo de alguna vez que nosotros dos nos hayamos abrazado”, dirá entre lágrimas.
La reacción de Iván
Lejos de conmoverse, Iván perderá la paciencia y lo echará de su casa:
“Ya, cállate, no seas cursi. Además tampoco eres tan importante para mí. ¡No tengo tiempo ni ganas para escucharte! ¡No quiero escucharte! ¡Andáte de mi casa!”, le gritará con furia.
Finalmente, cerrará la conversación con una frase demoledora: “Llegaste 30 años tarde”.