“Me encontraba tan feo”: Luis Jara revela la transformación física que le cambió la vida… y que Don Francisco le recomendó
Luis Jara reveló la verdad detrás de su recordada operación a la nariz en 1990 y el inesperado rol que tuvo Don Francisco en su decisión.
A fines de los años ochenta, Luis Jara ya era una de las figuras más comentadas del espectáculo chileno. Sus presentaciones en el Festival de Viña del Mar y su presencia constante en televisión lo habían convertido en un rostro consolidado. Sin embargo, en 1990 tomó una decisión que desató un verdadero revuelo: se operó la nariz.
Tres décadas después, el cantante revisó ese momento clave en su autobiografía No sabía vivir sin ti, donde reveló las presiones, los consejos y las inseguridades que lo llevaron al quirófano.
Un antes y un después para su imagen pública
Según relata en el libro, la operación no solo fue un cambio estético, sino todo un “escándalo” mediático. Pero lo que más sorprendió fue que la idea no nació de él, sino de un emblemático animador de la televisión chilena.
“Fue una decisión radical, un escándalo. Don Francisco me lo sugirió. Lo hice acá, en Chile”, confesó Jara, asegurando que en ese entonces Mario Kreutzberger seguía muy de cerca su carrera.
El consejo que lo marcó
Jara recuerda que conversaban con una confianza que no tenía con otras personas. En una de esas charlas, mientras hablaban de su sueño de triunfar en Estados Unidos, Kreutzberger fue directo.
“Mira, allá es muy importante, aparte de la música y de la personalidad, tener buena pinta”, le comentó el animador cuando el cantante le preguntó directamente si debía operarse.
La respuesta fue categórica:
“Me contestó que en Norteamérica había un culto a la belleza”, escribió Jara, explicando que eso terminó por convencerlo.
Una inseguridad que arrastraba desde joven
Más allá del consejo externo, el cantante reconoció una razón más íntima para someterse a la cirugía estética.
“Yo me encontraba tan feo que me parecía que no quedaba otra que hacerlo. Si no hubiese tenido ese complejo no lo habría hecho”, confesó, recordando que incluso su esposa, Silvana, suele decirle: “Eras guapo” cuando ve fotos antiguas.
Jara añadió que vivía fijado en su nariz:
“Cuando yo me contemplaba al espejo nunca veía el rostro completo, solo me veía la nariz”, explicó.
La reacción de su familia: miedo al qué dirán
Tomar la decisión y comunicarlo en su casa no fue fácil.
“¿Cómo les vas a decir a tus papás a los veintitrés años, en el 90, que te quieres operar la nariz? ¿En Chile?”, recuerda.
Su mamá y su hermana se preocuparon por el juicio social, pero su padre tuvo otra mirada:
“¿Sabes qué?, tu carrera lo necesita”, le dijo, palabras que terminaron por impulsarlo a dar el paso.
Reaprender a mirarse: el rol clave de Maitén Montenegro
Tras la operación, Jara reveló que debió adaptarse a su nuevo rostro. En ese proceso, una amiga fue fundamental: Maitén Montenegro.
“Tienes que aprender a mirar la cámara de nuevo”, le advirtió.
Según relata, la artista arrendó un estudio de televisión con dos cámaras para que practicaran juntos, consciente de lo difícil que sería enfrentar la pantalla tras su cambio físico.
“Sabía lo difícil que sería acostumbrarme a mi nuevo rostro luego de la operación y poder enfrentar el futuro que se venía con él”, recordó el cantante.
