Daniel Fuenzalida reveló que rechazó animar el Festival de Viña… y el motivo dejó a todo el panel sin palabras. Esta fue su inesperada explicación
La conversación en El Medio Día tomó un giro inesperado cuando Daniel Fuenzalida sorprendió al panel con una confesión que dejó a todos en silencio. Mientras el equipo conversaba sobre cómo se prepararían para una gala internacional, Pamela Leiva lanzó una pregunta directa y sin filtro: “¿Te gustaría animar Viña?”.
La respuesta del animador no solo fue honesta, sino también impactante:
“Creo que no. Me lo ofrecieron a principios de este año, para 2027 y 2028, pero no creo tener talento para Viña. No es mi escenario”, confesó, generando inmediata sorpresa entre sus compañeros.
“No es mi escenario”: la explicación del animador
Fuenzalida profundizó asegurando que cada comunicador debe reconocer los espacios donde se siente más cómodo. En su caso, la Quinta Vergara no está dentro de ellos.
Según explicó, el nivel de presión, la masividad del público y la exigencia del Festival de Viña no se ajustan a su estilo.
Más allá del honor que significa recibir una propuesta tan importante, comentó que su fuerte está en formatos donde puede soltarse, improvisar y conectar desde la naturalidad. Entre risas, incluso bromeó con que tanta adrenalina podría desorientarlo en pleno show.
El respaldo del panel… y un remate con humor
Tras su revelación, Cristián “Chico” Pérez y Pamela Leiva coincidieron en que Fuenzalida sí tendría las capacidades para asumir un desafío de ese nivel. Aseguraron que, con libertad para improvisar, su autenticidad sería un gran punto a favor.
Pese al apoyo, el animador mantuvo firme su postura y cerró el tema con su característico humor:
“Sin libreto sería bueno, pero no me quites el sueño”, remató, descartando cualquier posibilidad de reconsiderar la oferta.
Fuenzalida sigue su camino lejos de la Quinta Vergara
Por ahora, el conductor prefiere concentrarse en los proyectos televisivos que ya tiene en marcha, dejando en pausa —y quizás para siempre— la idea de subirse al histórico escenario del Festival de Viña del Mar.