Así luce y en qué está hoy Mariú Martínez: la actriz de “Las Iluminadas” que dejó la pantalla para dedicarse a la psicología
La recordada actriz de “Las Iluminadas” dejó la TV y hoy vive en el sur dedicada a la psicología y al bienestar emocional.
Para muchos televidentes, “Las Iluminadas” fue uno de los momentos más memorables de Morandé con Compañía. El explosivo dúo de predicadoras, discípulas del ficticio Don Gospel, marcó una época con humor absurdo y frases que aún se recuerdan.
Mientras María José Quiroz interpretaba a la intensa Eva, la entrañable Angélica cobró vida gracias a Mariú Martínez, quien conquistó al público con sus cantos, su devoción exagerada y su famoso “¡Tengo gozo en el alma!”.
¿Qué pasó con Mariú tras el fin de MCC?
Cuando el programa se despidió de la pantalla, la actriz se alejó de la televisión sin dar muchas explicaciones. Su ausencia generó preguntas entre los seguidores del clásico humor nocturno.
La revelación llegó años después
Recién en 2024, durante una conversación en YouTube, María José Quiroz despejó las dudas y reveló el presente de su compañera:
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“Yo me junto con la Mariú, está viviendo en Puerto Varas, estudió psicología y es coach. Le va muy bien porque es muy buena”, comentó.
La actriz agregó que ambas retomaron el contacto y valoró el camino profesional que Martínez decidió emprender lejos de la TV.
Una nueva vocación: salud mental y terapia somática
Quien dejó atrás los sets de grabación para dedicarse al acompañamiento terapéutico hoy vive en Puerto Varas y está enfocada en el bienestar emocional.
Formación y especialidad actual
Según se detalla en su página web y redes sociales, Mariú Martínez trabaja en:
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Terapia Somática
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Procesos de sanación vinculados a trauma
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Estrés crónico y trabajo cuerpo–mente
En su sitio profesional, se presenta como:
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“Una profesional dedicada con una base sólida en el desarrollo personal y la sanación holística”, destacando su enfoque integrativo.
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De predicar en televisión a guiar hacia el equilibrio emocional
Aunque la etapa de “Las Iluminadas” quedó en la memoria colectiva, Mariú mantiene una misma esencia: la vocación de ayudar. Solo cambió el escenario.
Ya no evangeliza frente a las cámaras, pero hoy acompaña a muchas personas a reconectar con su bienestar interior, construyendo una nueva historia lejos del humor y más cerca del crecimiento personal.
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