“Camino difícil y oscuro”: Álvaro Ballero se sincera a 4 meses de su separación y revela mal hábito que volvió a su vida tras dos décadas

Álvaro Ballero comparte cómo ha enfrentado su separación y los cambios —buenos y malos— que ha vivido en estos cuatro meses.

Álvaro Ballero

La vida de Álvaro Ballero dio un vuelco hace algunos meses, luego de confirmarse su separación de Ludmila Ksenofontova, con quien formó una familia durante años. Fue él mismo quien, a través de redes sociales, aclaró el fin de la relación y despejó rumores en su momento.

Un proceso marcado por cambios profundos

A casi cuatro meses del quiebre, el exchico reality volvió a referirse al tema y abrió su corazón en una serie de publicaciones en Instagram. Allí detalló cómo ha ido reorganizando su rutina desde que dejó atrás la vida en pareja.

Nuevos hábitos… y algunos retrocesos

Ballero contó que hoy intenta enfocarse más en su bienestar: “en vez de dormir siesta en la hora de almuerzo”, ahora dedica ese tiempo a entrenar “al menos tres veces por semana”.

Sin embargo, no todo ha sido avance. Reconoció que, tras la separación, retomó un hábito que había dejado hace más de veinte años: “Volví a fumar desde que me separé y ahora ‘vapeo’ como los adolescentes. Espero dejarlo, desde los 20 años que no fumaba y volví a los 43”, confesó.

Un camino emocional complejo

El exrostro televisivo describió estos meses como un período de reconstrucción personal:
“Es un camino difícil y oscuro. Voy a cumplir cuatro meses desde aquel fatídico día, pero ha sido una etapa para aprender”, expresó.

Aseguró que la ayuda profesional ha sido clave: “Con ayuda del psicólogo todo ha sido menos duro de lo que pensaba”.

Mirada hacia adelante

Ballero comentó que su principal objetivo hoy es mejorar como persona y como padre:
“Cada semana un avance, pequeño, pero avance, para ser mejor papá y mejor pareja, eso que no logré ser cuando debía”, reflexionó.

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Sobre su futuro sentimental, fue tajante:
“Papá me queda mucho tramo, pareja estoy fuera por lo menos un año, creo. El luto se vive y primero debo volver a quererme a mí, después vendrá lo que Dios quiera”, cerró.