Un gesto de Gissella Gallardo en Hay que decirlo desató fuertes críticas en redes tras aparecer imágenes de Gala Caldirola.
Una escena aparentemente menor terminó robándose la atención de los televidentes en la más reciente emisión de Hay que decirlo. Mientras el panel analizaba cambios de imagen de distintas figuras públicas, una reacción en vivo no pasó desapercibida y rápidamente se trasladó a las redes sociales.
Lo que comenzó como un comentario ligero sobre transformaciones estéticas terminó desatando una ola de críticas dirigidas a una de las panelistas del programa.
El momento que llamó la atención en pantalla
Durante el espacio farandulero, el panel revisaba los clásicos “antes y después” de celebridades, a propósito del reciente cambio de look de Maite Orsini. En ese contexto, aparecieron en pantalla dos fotografías de Gala Caldirola, evidenciando la evolución de su imagen con el paso del tiempo.
Fue en ese instante cuando la cámara captó la reacción de Gissella Gallardo, quien no ocultó gestos que varios interpretaron como burla.
Un gesto que no pasó inadvertido
La periodista, que mantiene una conocida distancia con la ex chica reality, mostró expresiones faciales que rápidamente fueron comentadas por la audiencia. Incluso, en un momento dejó entrever que estaba a punto de reírse, aunque finalmente se contuvo.
La incomodidad fue evidente para muchos televidentes, quienes no tardaron en manifestar su molestia en plataformas digitales.
El trasfondo que reavivó la polémica
La reacción de Gallardo no fue leída como un hecho aislado. En redes sociales, varios usuarios recordaron el antiguo vínculo entre Gala Caldirola y Mauricio Pinilla, actual esposo de la panelista, relación que ocurrió cuando la pareja atravesaba un periodo de separación.
Ese antecedente fue clave para que el gesto en pantalla fuera interpretado como una actitud cargada de ironía.
Las duras críticas en redes sociales
Tras la emisión del programa, Gissella Gallardo comenzó a recibir una avalancha de mensajes, muchos de ellos con un tono particularmente agresivo. Entre los comentarios que circularon en redes se leía: “La Gissella Gallardo se ríe, jajaja, ¿pero no le da vergüenza ser la gorreada de chile? Eso si es para reírse”, “Gallardo envidiosa y facha”, “Toda picada la Gissella, ¿pa’ qué volvió con Pinilla si todavía le molesta lo de Gala?“ y ”acá queda clara la calidad humana de Gissella… pobre mujer”.
Las reacciones generaron debate sobre los límites del comentario farandulero y el impacto que pueden tener las redes sociales en este tipo de situaciones.
Un episodio que sigue dando que hablar
El momento vivido en Hay que decirlo volvió a poner sobre la mesa cómo gestos mínimos en televisión pueden amplificarse rápidamente en el mundo digital, transformándose en foco de controversia y críticas personales.

