Uno de los desafíos actuales del país es modernizar y expandir la red ferroviaria de Chile, promovida como un pilar estratégico por el Gobierno para garantizar un transporte más eficaz y sostenible. Dentro de esta estrategia destaca un proyecto emblemático: la conexión por tren entre Santiago y Concepción.

El camino hacia la prefactibilidad

El visto bueno de Contraloría

Esta semana, la Contraloría General de la República entregó luz verde para el inicio del estudio de prefactibilidad de la ruta férrea Santiago–Concepción, un hito que marca el arranque formal del proyecto. Esta evaluación, que alcanzará un costo estimado de $1.260 millones de dólares, permitirá determinar todas las alternativas para construir esta importante línea de transporte para personas y carga.

Plazos e implicancias

El análisis estará a cargo de las firmas Solutiva Consultores y Servicios junto a Asesorías V&R, y debería concluirse en un plazo de 36 meses. El objetivo es evaluar todas las opciones para garantizar que la futura línea cumpla con criterios de eficiencia, sostenibilidad y rentabilidad social.

Una alternativa para reducir distancias

Beneficios para la conectividad regional

La futura línea ferroviaria entregará al país una conexión directa entre la capital y la Región del Biobío, lo que actualmente solo ofrece el tren Chillán-Estación Central, ubicado a más de 100 kilómetros de Concepción.

De acuerdo al ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz, esta iniciativa representa un gran salto para la comunidad: “es innegable, además, que la zona tiene un potencial enorme de conexión con los puertos y el aeropuerto Carriel Sur (…). Al mismo tiempo, representará un salto en calidad para las personas que habitualmente van a Concepción desde Chillán, Talca, Santiago, mejorando el sistema de transporte público regional y consolidando una infraestructura ferroviaria más robusta y conexa en el país”.

Análisis técnico y ambiental

Para garantizar que la obra respete las normas actuales, el estudio de prefactibilidad contemplará el análisis de imágenes satelitales en las regiones de Ñuble y Biobío, permitiendo evaluar qué trazados cumplirían con criterios económicos, ambientales y ferroviarios para garantizar tanto la factibilidad como la sostenibilidad de la nueva ruta.