Los graves hechos ocurridos en el partido de vuelta por los octavos de final de la Copa Sudamericana 2025 entre Independiente y Universidad de Chile siguen dejando consecuencias. Esta vez, la protagonista es Emily Muñoz, jugadora chilena de futsal que decidió dar un paso al costado en el club de Avellaneda tras lo ocurrido en el Estadio Libertadores de América.

La deportista, formada en los azules y con paso por el equipo argentino desde abril de este año, confirmó que no seguirá vistiendo la camiseta de Independiente.

El impacto personal de los incidentes

En conversación con Redgol, Muñoz relató cómo se enteró de los disturbios: “Estaba conversando con mis compañeras, un tema de mi equipo, y mi polola me llamó. Ahí me contó y la verdad es que quedé con tragedia, muy mal, angustiada por los cabros”, confesó.

La jugadora reconoció que lo sucedido la llevó a replantearse de inmediato su continuidad en el club. “Me dije a mí misma, ‘no puedo estar en este equipo’. Al otro día, hablé con el dirigente de Independiente y lo entendió”, explicó.

Una despedida difícil

Aunque valoró el ambiente que había construido junto a sus compañeras, la chilena señaló que la situación superó cualquier lazo deportivo. “No quería que yo estuviera en un lugar donde no quería. Me fui a despedir del equipo, porque habíamos armado un buen grupo, pero lo que sucedió es más grande”, comentó.

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Finalmente, la joven de 23 años cerró con un mensaje lleno de sentimiento: “La U es mi familia”. Según el citado medio, la jugadora ya adquirió pasajes para regresar a Chile, donde buscará un nuevo club y la posibilidad de continuar su carrera profesional.

 

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