Tras el empate sin goles entre Uruguay y Chile, Marcelo Bielsa fue consultado por la postulación presidencial de Harold Mayne-Nicholls, expresidente de la ANFP durante su etapa en la Roja. El técnico rosarino valoró su integridad personal, aunque dejó claro que no puede hacer una proyección política.

Reconocimiento a su trayectoria y honestidad

Bielsa no dudó en destacar las cualidades humanas del exdirigente: “Conocí a un hombre muy decente, una persona íntegra. Ustedes saben perfectamente que es un hombre incorruptible”, sostuvo.

El entrenador recalcó que este rasgo es un sello de garantía: “Para cualquier gestión es un dato no menor, una garantía en ese sentido”, añadió.

Distancia frente al escenario político

Pese a sus palabras de reconocimiento, el DT de Uruguay fue enfático en separar la labor dirigencial de una eventual presidencia del país. “Es muy difícil hacer una proyección de dirigir el fútbol de un país a dirigir el destino de un país… Cualquier cosa que yo diga respecto de si tiene potencialidad para ser buen o mal presidente, no me puedo aventurar a decir eso”, señaló.

Trabajo conjunto en la Roja

El técnico también valoró la relación que tuvo con Mayne-Nicholls mientras estuvo al mando de Chile. “Fue un compañero muy sólido para poder trabajar en común… Me sentí respaldado y acompañado”, dijo.

Además, profundizó sobre la importancia de un liderazgo sólido dentro del fútbol: “Es mucho más fácil si por encima de uno hay una autoridad que merece que se le obedezca… El entrenador, cuando tiene demasiado poder, en vez de ser mejor es peor”, reflexionó.

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Una visión clara: ámbitos diferentes

En definitiva, Bielsa defendió la honestidad y capacidad de conducción de Mayne-Nicholls en el mundo deportivo, pero evitó trasladar esas virtudes al ámbito presidencial, remarcando que se trata de desafíos completamente distintos.