La actual situación complicada de la selección chilena en las eliminatorias ha generado interés en Sudamérica, donde se busca comprender las razones detrás de la disminución en calidad y competitividad del fútbol nacional.
Claudio Borghi, ex entrenador de la Roja, Colo Colo y otros equipos, ha hablado sobre los problemas serios que afectan a las divisiones inferiores desde la llegada de las sociedades anónimas, los cuales han tenido un impacto en el presente momento.
Borghi también destaca que ve pocas posibilidades de que esta situación cambie en un futuro cercano en el país. Un claro ejemplo que evidencia cómo funciona este sistema es el caso de Universidad de Chile, donde aún no se conocen los verdaderos dueños del club.
Según el entrenador, este caso ilustra de manera sencilla lo que ocurre en el fútbol nacional, donde nadie sabe realmente quién está a cargo de los clubes.
“Uno de los más grandes, que es la U, que representa a una universidad muy prestigiosa, no podemos saber quién es el dueño. No porque no queramos: es porque está escondido el dueño o los dueños. Entonces ponen un gerente deportivo, que se hace responsable de todo lo que suceda. Eso sí se quiere cambiar, pero es largo y difícil que suceda”, inició en radio Continental de Argentina.
Esta situación afecta el trabajo de los entrenadores, quienes suelen cambiar de equipo con frecuencia.
“No creo que cambie el sistema de sociedades anónimas. La dificultad. Muchos técnicos pertenecen a grupos empresariales y van de un club a otro con mucha facilidad. Y otros, con más capacidades, se quedan sin trabajo. Eso sí se quiere regular, pero es casi imposible”, detalló.
Según Borghi, el modelo de las sociedades anónimas no está siendo efectivo, ya que no se enfocan en proyectos deportivos a largo plazo que puedan conducir a logros significativos.
“A partir de las S.A., los clubes están invirtiendo muy poco en lo que son las divisiones inferiores. Termina el campeonato de inferiores y por tres meses los jugadores no juegan, los técnicos son echados del puesto y se recontratan en enero o febrero”, explicó.
Por esta razón, Borghi afirma que muchos jugadores están perdiendo ritmo de competencia y, lo que es aún peor, aquellos que logran salir no demuestran su verdadero potencial y terminan siendo suplentes en otras ligas.
“No tienen la competencia ni el ritmo adecuado. La preparación es mínima, muy escasa, no surgen por la preparación del club. No se puede comparar con Argentina. Tienen una calidad de jugadores envidiables. En Chile no sucede eso. Están los mejores, pero tampoco están en competencias maravillosas. Muchos son suplentes en sus clubes europeos. Ahí está la dificultad para conseguir jugadores con jerarquía”, profundizó.
Desde el punto de vista del comentarista deportivo, el modelo actual impide que jugadores jóvenes con talento brillen y piensen en un proyecto a largo plazo. En lugar de ello, los clubes solo se preocupan por el rendimiento inmediato y nada más.
“Hablé con el presidente de un club con el que tengo cierto grado de confianza, pues conocía a un jugador de inferiores, muy humilde, con muchas condiciones, de 12 años. Le dije que era pobre, que había que ayudarlo y me dijo ‘para qué voy a invertir en un chico de 12 años, si yo estaré 2 o 3 años en el club’”, confesó.
“Entiendo que quieran hacer negocio, pero no compran un club, compran una historia, un sentimiento y una pasión de la gente. No concuerda con la actividad a la que estamos acostumbrados”, finalizó.