“Me arruinaron la vida”: El impactante relato de mujer que fue aplastada por pantalla gigante en pleno partido de Cobreloa

Dahely Escobar quedó “parapléjica” tras un accidente en el estadio Zorros del desierto, exigiendo responsabilidad a la municipalidad de Calama.

Un trágico episodio se registró el día en que Cobreloa celebraba su ascenso a la Primera División, con aficionados reunidos para ver el juego contra Rangers en una pantalla gigante en el estadio Zorros del desierto en Calama.

Lo que debía ser un evento festivo culminó en un desastre, después de que la pantalla colapsara sobre la multitud, hiriendo a Dahely Escobar, quien sufrió lesiones permanentes.

Según reportes de Soy Calama, la joven de 22 años quedó “parapléjica” y volvió a Calama “tras casi cinco meses de hospitalización en dos centros médicos especializados en Santiago”.

Durante una entrevista con el medio mencionado, solicita que la municipalidad de Calama asuma responsabilidad por el accidente ocurrido en octubre de 2023.

Responsabiliza al ayuntamiento

Al volver a Calama, la afectada relató al medio el difícil proceso que enfrenta y el apoyo familiar recibido para superar la situación.

“Estoy en fase de rehabilitación. Actualmente, estoy aprendiendo de nuevo a sentarme, a levantarme, a hacer muchas cosas por mí misma, porque no puedo sentarme sin asistencia, y el camino será arduo. Lo que me hicieron es realmente devastador, me resetearon a cero. Necesito reaprender muchas cosas”, dijo.

En este contexto, critica a la municipalidad de Calama por eludir su responsabilidad en el incidente ocurrido aquel día en el estadio Zorros del desierto, que alteró su vida irrevocablemente.

“Anhelo que asuman su responsabilidad, que se imparta justicia, pues lo sucedido no es menor. Dependo completamente de otros, de mi madre, mi pareja, de todos. Me destrozaron la vida, y exijo justicia”, afirmó.

“Se encargaron de los gastos hospitalarios, y eso fue todo, lo consideran un gesto de apoyo, pero para mí, era su deber asumir esa responsabilidad”, añadió.

Por tanto, señala que le hicieron promesas incumplidas, ahora esenciales para su rehabilitación y vida cotidiana, ya que su existencia ha cambiado drásticamente.

“Me prometieron ayuda para adaptar mi hogar a mis necesidades, pero no lo cumplieron, y esa asistencia nunca llegó. Ahora estoy en casa de un amigo porque mi vivienda no está adecuada para mi estadía”, concluyó.