Paul Alexander, de 75 años, es una de las pocas personas que actualmente utiliza un pulmón de acero para poder respirar.
En 1952 el hombre contrajo polio, cuando apenas tenía 6 años y aún vivía con su familia en los suburbios de Dallas, en Texas, Estados Unidos.
Alexander quedó paralizado de la cintura para abajo y tuvieron que trasladarlo de urgencia al hospital, donde finalmente fue colocado en un pulmón de acero. “Perdí todo: la capacidad de moverme, mis piernas no me sostenían y luego no podía respirar”.
El pulmón de hierro es una cápsula hermética que succiona oxígeno por presión negativa. Permitiendo así que los pulmones se expandan y que el paciente pueda respirar, resaltó Meganoticias.
Logros
Los médicos no le dieron un diagnóstico muy esperanzador en su momento, sin embargo, el hombre apodado como “Polio Paul” demostró que quería vivir.
Su sueño de convertirse en abogado estuvo a punto de verse frustrado cuando en un principio le negaron la entrada a la universidad, dada su situación clínica, pero el hombre perseveró.
Dos años después de aplicar por primera vez, fue admitido en la Universidad Metodista del Sur con una beca.
“Nunca me rendí, y (todavía) no voy a hacerlo”, declaró Alexander, quien se graduó con un Juris Doctor de la Universidad de Texas en la Escuela de Leyes de Austin en 1984. “Finalmente sucedió algo bueno, quería ser abogado durante mucho tiempo”, recordó.
