“Me gustaría expresar mi gratitud y también mis disculpas por las molestias causadas por este caso, para todos aquellos que se tomaron la molestia de llevar adelante este caso por mi hija mayor”, comenzó diciendo madre de la víctima, Taeko Kurosaki, en el juicio contra el chileno Nicolás Zepeda.
Añade, explicó que “desde hace más de 5 años estoy psicológicamente destruida y tengo una gran desconfianza hacia los humanos”.
Luego, expresa: “He abandonado todas mis actividades profesionales. Me aíslo. Por eso he perdido la facilidad de hablar. Es por eso que mi discurso puede ser largo, interrumpido por silencios, les pido disculpas, les pido que tengan paciencia para escucharme”.
Tras hablar sobre la infancia de su hija y la ayuda que brindó desde temprana edad a quienes la necesitaban, las personas que se encontraban en la sala se mostraron conmovidas, publica La Cuarta.
Incluso, según consignó Franceinfo, uno de los traductores de Nicolás Zepeda comenzó a llorar. También se sumó el traductor de Taeko.
“Hay hombres que se enfadan, que pierden la cabeza cuando se enfrentan a cosas que no toleran. Yo mismo he tenido experiencias similares en el pasado”, dijo sobre el acusado.
