Una familia en el estado de México se encontraba velando el cuerpo de una niña de tres años, cuando de pronto mostró señales de vida.
Ante tal hecho, los asistentes buscaron trasladar a la menor a un hospital para brindarle atención médica.
La pequeña de nombre Camila había presentado vómito, fiebre y diarrea, por lo que su madre, Mary Jane Mendoza, la llevo hasta un centro de salud.
En el hospital le dieron 30 gotas de paracetamol a su hija y le indicaron que ya podían regresar a su hogar, relata la mujer a un medio local. No obstante, los padecimientos continuaron, por lo que la madre regresó al centro hospitalario en menos de 12 horas.
Horas más tarde, Camila fue nuevamente declarada muerta y su cuerpo fue entregado a sus familiares.
Durante el velorio, la madre pudo notar que si hija seguía respirando. Inicialmente, sus familiares no le creyeron pero pronto se percataron de que lo que decía era verdad. Finalmente, una enfermera que llegó al velorio constató que la menor seguía viva.
Fue entonces cuando se movilizaron nuevamente a un centro de salud, sin embargo, la menor falleció en el trayecto.
Investigación
Al respecto, el fiscal general del estado de San Luis Potosí, José Luis Ruíz Contreras, aseguró que abrió una carpeta de investigación por la muerte de la pequeña. “Estamos definiendo algunas líneas de investigación”, señaló.
Igualmente, el fiscal aseguró que la investigación también apunta “al actuar de los médicos, de los servicios funerarios, de los ayuntamientos, tanto de Villa de Ramos como de Salinas, y también de otros particulares que intervinieron en el evento”.
Por último, Ruíz Contreras aseguró que con las indagatorias se determinará si hubo negligencia por parte de las autoridades.
