La Portabilidad Financiera es una ley que permite que las personas y las micro y pequeñas empresas puedan cambiar de proveedor de productos financieros, así como cuentas corrientes, tarjetas de crédito, créditos hipotecarios, de consumo y automotrices.
Esta ley tiene el objetivo de aumentar la competencia en el mercado; reducir costos y tiempo para la realización de tramites de cambio de institución financiera y permitir que las personas accedan a servicios financieros en mejores condiciones.
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¿Qué documentos necesito para realizar la portabilidad?
El documento principal que deben presentar quienes quieran hacer cambio de institución financiera o refinanciar sus créditos es el certificado de liquidación.
El documento puede ser solicitado de forma gratuita en el proveedor financiero al que pertenece o en la nueva institución con que quiere cotizar.
Este detallará la individualización de todos los productos de la persona; junto con la tasa y comisiones aplicables y el valor que debe desembolsar para prepagar cada uno de sus créditos.
Quieran cambiar a una institución que les ofrezca mejores condiciones, deben entregar el certificado de liquidación y “solicitar la portabilidad financiera” en la nueva empresa.
En la entidad se podrá solicitar la apertura de nuevos productos financieros, refinanciar créditos y ordenar, si es que lo desea, el cierre de los productos financieros que mantiene en la actualidad.
