El funcionario de Carabineros fue despedido el jueves 16 de marzo en la Iglesia Evangélica de Huentelolén, en la comuna de Cañete.

Álex Salazar Rodríguez murió tras ser atropellado en medio de una fiscalización en Concepción, Región de BioBio.

En la ceremonia se le otorgo el ascenso póstumo del cabo al grado de suboficial mayor, de la mano del general director de la policía uniformada, Ricardo Yáñez.

Moisés y Jocelyn Salazar, los hermanos de Álex Salazar Rodríguez, declararon.

La hermana, expresó “¿hace cuántos años se está pidiendo autoridad, respaldo a Carabineros?, antes, me acuerdo, que ni siquiera una palabra le podían dirigir, pero hoy usted ve que los basurean, los escupen en la calle, como perros”.

“La gente muchas veces los trata como perros, pero no saben que hay un padre atrás del uniforme, una persona, un humano, un hijo. No entiendo por qué tanto daño, tanta maldad contra ellos, si son personas”, comentó.

“Él tenía tiempo para llevar a sus hijas al colegio, para cocinarle, destruyeron a una familia completa. Yo lo único que le pido a las autoridades es que se pongan en nuestros zapatos”, siguió.

Luego, explicó que se sentía como “si nos hubieran cortado los brazos, las piernas. Es difícil despertar en la mañana con los llantos de mi padre, no se lo doy a nadie”. declaró

“Mi hermano era una buena persona, un buen amigo y compañero (…) para que llegue un día de la nada una persona que tomó su vehículo y lo mató”, finalizó.