El Juzgado Quinto de Juicio Oral en lo Penal de Santiago emitió una sentencia condenatoria de presidio perpetuo calificado en contra de Eduardo Rodríguez Romero, declarando al acusado como autor del crimen de sustracción de menores con violación ocurrida en noviembre de 2019 en Maipú. ón de menores con violación. Ilícito perpetrado en noviembre de 2019, en la comuna de Maipú.
En el fallo, se acreditó que el 30 de noviembre de 2019, el sentenciado atemorizó a las dos víctimas mientras se encontraban en un skatepark, empuñando un arma que parecía un fuego. Después, les exigió sus pertenencias, entre ellas teléfonos móviles, mochilas, audífonos, tarjetas escolares y un parlante.
Por último, las obligó a acompañarle bajo amenazas y en contra de su voluntad hasta una construcción adyacente, donde cometió los delitos sexuales.El tribunal dictaminó que el sentenciado sería inhabilitado permanentemente para ejercer cargos, trabajos, tareas o profesiones relacionadas con ámbitos educativos o involucrando una interacción directa y frecuente con menores de edad. Además, sería inhabilitado temporalmente durante diez años para cualquier labor de carácter educativo que envolviera un contacto constante con menores de edad, conforme a los artículos 372, inciso tercero, y 39 del Código Penal.
El acusado, en razón de su delito de robo con intimidación contra dos víctimas menores de edad, deberá cumplir una condena de ocho años de presidio, además de las sanciones accesorias de inhabilitación absoluta perpetua para ocupar cargos o cualquier otra función pública, así como la suspensión de los derechos políticos y la inhabilitación absoluta para desempeñarse en profesiones titulares, por el tiempo que dure la condena.
El 12 de diciembre de 2018, Rodríguez Romero fue puesto en libertad condicional luego de haber sido condenado en 2013 a 10 años de prisión por violar a una mujer frente a su hijo de dos años en marzo de 2012. Esto merece ser destacado. el 12 de diciembre de 2018, Rodríguez Romero recibió la libertad condicional luego de haber sido condenado a 10 años de prisión -en 2013- por violar a una mujer frente a su hijo de dos años, en marzo de 2012.
Aquella fatídica noche, el Monín asomó su cabeza por la ventana del domicilio de la víctima y allí la sorprendió, acostada en la cama en estado de profundo sueño. Apuntándola con un revólver, la mantuvo cautiva y la sometió a un espantoso acto de violencia sexual, todo mientras usaba las prendas del bebé como cuerdas para inmovilizarla.
