El presidente de Renovación Nacional (RN), Frank Sauerbaum, ha defendido firmemente a la diputada María Luisa Cordero tras ser desaforada por sus comentarios contra la senadora Fabiola Campillai. Sauerbaum calificó el fallo de la Corte Suprema que quitó la inmunidad a Cordero como “absolutamente excesivo para una simple ofensa” y rechazó cualquier medida disciplinaria contra la diputada.

La controversia comenzó cuando Cordero fue objeto de una querella por parte de Campillai, luego de que la acusara falsamente de no ser “completamente” ciega y de que “ve por un ojo”. A pesar de que Cordero ofreció disculpas y puso a disposición su estadía en la bancada de RN, Sauerbaum expresó su apoyo, declarando: “Ella pidió disculpas y efectivamente puso a disposición su estadía en la bancada, pero nosotros no aceptamos que ella abandone por el aporte que significa a Renovación Nacional”.

Sauerbaum también minimizó la gravedad de los comentarios de Cordero, afirmando que eran “solo una opinión” y comparándola con otros altercados verbales en la política. “Hay ofensas permanentemente. Hace unos días tuvimos un show entre una diputada comunista y una republicana y nadie hizo mayor cuestión de aquello”, señaló, según publica La Cuarta.

Además, Sauerbaum expresó su confianza en que no ocurrirán más incidentes de este tipo por parte de Cordero, citando que su familia le había llamado la atención sobre sus dichos y que debe reservarse sus opiniones personales.

La decisión de Sauerbaum y RN de respaldar a Cordero en lugar de tomar medidas disciplinarias podría tener implicaciones para el partido y sus relaciones dentro de la coalición política y la opinión pública. La situación también plantea preguntas sobre cómo los partidos políticos deben abordar el comportamiento y los comentarios de sus miembros, especialmente cuando están en el ojo público.