¿Qué son las heladas blancas y negras, por qué son preocupantes para el país?

Llega el frío con todo a Chile

Las heladas blancas se forman cuando “un intenso enfriamiento nocturno produce condensación de vapor de agua y su congelamiento en la superficie de las plantas”.

Invierno

Durante los meses invernales, es común que las temperaturas desciendan, lo que puede llevar a la formación de heladas blancas o negras si estas caen por debajo de los 0°C.

Sin embargo, según el Senapred, estos fenómenos meteorológicos pueden impactar negativamente a la población y provocar severas pérdidas en la agricultura.

Heladas blancas protegen plantas

Las heladas blancas, definidas por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias, se producen cuando “un intenso enfriamiento nocturno produce condensación de vapor de agua y su congelamiento en la superficie de las plantas”.

Así, se forma el rocío congelado bajo temperaturas iguales o inferiores a los 0° C.

No obstante, la misma entidad advierte que si el “vapor del aire que se encuentra en contacto con los cuerpos es muy escaso, no se produce rocío sino que directamente se forma escarcha”.

Aunque es relevante señalar que las heladas blancas son generalmente menos dañinas porque, como indica Meteored, la capa de escarcha actúa protegiendo a las plantas.

Heladas negras: riesgo para agricultura

A diferencia de las blancas, las heladas negras no generan escarcha, dejando la vegetación expuesta al frío extremo y seco.

En consecuencia, Meteored explica que las plantas pueden tornarse negras en hojas y tallos.

El Instituto de Investigaciones Agropecuarias apunta que este cambio de color ocurre el día siguiente de la helada y que las partes afectadas perecerán por congelación interna.

Por ello, las heladas negras son un riesgo considerable para la agricultura, mientras que las blancas generalmente no lo son.

Consejos de Senapred para heladas

Ante heladas, Senapred sugiere seguir estos consejos:

  • Usar calzado cerrado y proteger manos, cuello y cabeza.
  • Consumir frutos secos y frutas ricas en vitamina C, así como beber bebidas calientes para mantener la temperatura corporal.
  • Evitar exposición a cambios bruscos de temperatura. Al salir de un ambiente temperado, cubrirse nariz y boca.

Si se está en interiores:

  • Ventilar los espacios para homogeneizar la temperatura interna.
  • Si se usan calefactores o chimeneas, mantenerlos lejos de materiales inflamables y asegurarse de su mantenimiento.
  • Los niños y los ancianos pierden calor más rápidamente, por lo que es crucial controlar la temperatura de sus ambientes.
  • Proteger el medidor de agua para evitar el contacto con la escarcha o el hielo.

Si se está al aire libre:

  • Buscar refugio en lugares cálidos y evitar la exposición prolongada al frío.
  • Tener cuidado al caminar sobre superficies heladas.
  • Mantener una distancia de seguridad al conducir para evitar accidentes.