Un nuevo documento revela una conversación clave entre la nieta de María Elcira Contreras y su esposo, generando dudas sobre un misterioso término.
A cuatro meses de la desaparición de María Elcira Contreras, su nieta Carla Hernández sostuvo una conversación telefónica con su esposo, Alfonso Cossio, que ha captado la atención de los investigadores.
De acuerdo con un documento citado por La Tercera, el diálogo entre ambos se habría desarrollado de la siguiente manera:
Carla Hernández: “Sí, todo bien, es que estaba leyendo los informes de la abuela.”
Alfonso Cossio: “¿Estabai leyendo la carpeta?”
CH: “Sí.”
AC: “¿Y tiene información sobre la wea que se puso privada?”
CH: “No, porque estoy leyendo lo que no está privado, po. O sea, como lo que hicieron, el rastreo que hicieron con los perros.”
AC: “Ya, y el abogado no te dice… ¿no sabe por qué?”
CH: “No, po. He webiado harto al abogado. Me dice que no, que nadie sabe nada.”
AC: “No vaya a ser una redada al pobre narco pololo.”
CH: “Puede ser po.”
AC: “Carla, yo creo que es eso. Yo creo que es eso. No, no. Es que estoy viendo mucha tele pero es así.”
El significado de “narco-pololo”
El término “narco-pololo” generó especulación en redes sociales y medios de comunicación. En conversación con el matinal Mucho Gusto, Carla Hernández explicó el contexto detrás de esta frase.
“No me gusta hablar de esas conversaciones, porque son pinchadas y jamás tuvieron que haber salido a la luz”, expresó. Sin embargo, aclaró que su esposo utilizó esa expresión en referencia a su cuñado.
“Mi marido vio una serie de Netflix y en función de eso se refirió a mi cuñado como el ‘narco-pololo’, por el gusto que tiene, como en los autos y todo eso”, detalló.
Pese a la polémica, insistió en que sus palabras fueron sacadas de contexto y que este tema ya les había generado inconvenientes familiares.
“De hecho, mi marido tuvo que hablar con mi cuñado y explicarle, decirle ‘oye, disculpa, no es que me quiera referir mal a ti’”, añadió.
Finalmente, Hernández reveló que, en un momento, llegaron a plantearse la posibilidad de que su cuñado hubiera sido seguido por su situación económica.
“Yo a mi cuñado lo conozco desde hace tres años o algo así y, en una teoría conspirativa, nosotros llegamos a pensar que por su situación económica lo pudieron haber seguido”, concluyó.

