El megaproyecto que revive entre Chile y Argentina: el Túnel Agua Negra vuelve a tomar fuerza a más de 4.000 metros de altura
El proyecto del Túnel Agua Negra entre Chile y Argentina vuelve a impulsarse con apoyo del BID, buscando conectar ambos países por los Andes.
A más de 4.000 metros sobre el nivel del mar, entre la Región de Coquimbo en Chile y la provincia de San Juan en Argentina, un antiguo sueño de integración vuelve a cobrar vida: el Túnel Internacional Agua Negra, una obra binacional que promete transformar la conectividad a través de la Cordillera de los Andes.
Una megaobra de integración sudamericana
El proyecto contempla la construcción de un túnel carretero de casi 14 kilómetros de longitud, compuesto por dos galerías paralelas y accesos viales en ambos extremos.
El ingreso del lado argentino estará ubicado a 4.085 metros de altitud, mientras que el acceso chileno se situará a 3.620 metros sobre el nivel del mar.
La inversión total proyectada supera los 1.500 millones de dólares, monto que incluye los estudios técnicos, obras principales y medidas de seguridad. Su construcción permitirá contar con un paso estable y operativo durante todo el año, mejorando de forma significativa el intercambio comercial y turístico entre ambos países.
Un proyecto que vuelve a la agenda binacional
El Túnel de Agua Negra había sido suspendido durante el gobierno de Mauricio Macri por falta de financiamiento, pese a contar con respaldo internacional. Sin embargo, en los últimos meses el proyecto volvió a tomar fuerza gracias al impulso de la Entidad Binacional Túnel de Agua Negra (EBITAN) y al apoyo financiero del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Actualmente, se estudian nuevas líneas de crédito para dar inicio a la fase de construcción. En Chile, los trabajos preparatorios ya están en marcha, mientras que Argentina ajusta los últimos detalles administrativos. Ambos gobiernos coinciden en el objetivo de comenzar las obras en el corto plazo.
“Un corredor clave para la integración regional”
El exministro argentino de Transporte, Guillermo Dietrich, subrayó en su momento la relevancia del proyecto para la conectividad regional:
“La construcción del túnel consolidará un corredor vial clave para el transporte de cargas y de personas entre ambos países”, afirmó.
Desde Chile, el exministro de Obras Públicas Alberto Undurraga valoró el respaldo internacional:
“El apoyo financiero del BID es una muestra de confianza en el proceso y en la voluntad política de concretarlo”, sostuvo.
Parte del Corredor Bioceánico Central
El Túnel Agua Negra forma parte del Corredor Bioceánico Central, una ambiciosa ruta que conectará Porto Alegre (Brasil) con el puerto de Coquimbo (Chile), atravesando el territorio argentino.
Esta vía estratégica permitirá que las provincias del centro y noroeste de Argentina accedan directamente al océano Pacífico, reduciendo tiempos y costos logísticos para las exportaciones hacia los mercados de Asia.
Además, el impacto en el transporte será significativo: se espera que el número de cruces anuales pase de 10.000 a más de 260.000 vehículos, una vez que el paso esté operativo de manera permanente.
Un sueño andino cada vez más cercano
Con las condiciones políticas y financieras alineadas, el Túnel Internacional Agua Negra podría finalmente dejar atrás años de espera para convertirse en una realidad tangible.
Si los compromisos se mantienen, el proyecto no solo mejorará la conectividad entre Chile y Argentina, sino que también marcará un nuevo hito de integración regional en Sudamérica, uniendo al continente a través de los Andes como nunca antes.

