Daniel Stingo y Alejandra Valle criticaron la extensa llamada entre Boric y Kast tras el triunfo presidencial del republicano.
La extensa llamada telefónica entre el Presidente Gabriel Boric y el mandatario electo José Antonio Kast volvió a generar debate en el mundo político y mediático. Uno de los más críticos fue el abogado Daniel Stingo, quien no ocultó su molestia por la duración del contacto.
Daniel Stingo cuestiona el saludo entre Boric y Kast
Como era previsible, el triunfo del líder republicano se tomó la pauta de La Voz de los que sobran, espacio donde Stingo es panelista habitual. En ese contexto, el jurista puso el foco en el primer gesto institucional entre el actual Presidente y su sucesor.
A su juicio, el diálogo se extendió más de lo necesario. “En medio minuto podís cerrar la cuestión, un minuto te lo regalo, pero para qué cinco minutos hablando”, lanzó, visiblemente incómodo con la escena transmitida en vivo.
Alejandra Valle también mostró incomodidad
La periodista Alejandra Valle coincidió con la crítica de su compañero y reconoció que la llamada le resultó incómoda. “Lo único que pensaba es por qué seguían hablando. ¿Por qué este suplicio? Yo esperaría tener que escucharlo lo menos posible, ojalá que tenga una buena vocera”, comentó.
En ese mismo tono, agregó una ironía sobre la futura vocería del nuevo gobierno. “Entiendo que la nueva Camila Vallejo sería esta señorita de Sin Filtros… fantástico también, llegando a La Moneda”, dijo la exrostro de SQP.
El intercambio que marcó el momento
La frase de Valle provocó una inmediata reacción de Stingo, quien respondió incrédulo: “¿Me estái hueveando?”. Ante eso, la comunicadora aclaró el nombre que circula en el oficialismo.
“Es Mara Sedini, sí, es la que sindican como la mujer clave en segunda vuelta… pero fue muy graciosa esta llamada, no sé por qué seguían hablando”, explicó.
Para cerrar el tema, Stingo volvió a insistir en su crítica al gesto presidencial. “¿Por qué tenís que llamar por teléfono? Yo esa hueá no la haría”, sentenció.
Una llamada que sigue dando que hablar
Lo que fue pensado como un acto de normalidad democrática terminó abriendo un nuevo flanco de discusión. Para algunos, fue un gesto institucional necesario; para otros, una escena excesiva que no pasó inadvertida en el análisis político post elección.