El PS proyecta un inicio complejo para el gobierno de Kast y advierte tensiones internas, disputas de poder y señales que inquietan al oficialismo.
A poco tiempo del cambio de mando y con el gobierno de Gabriel Boric entrando en su recta final, en el oficialismo ya comienzan a analizar el escenario que se abrirá desde la oposición con la llegada de José Antonio Kast a La Moneda. Las proyecciones no son optimistas y anticipan un período marcado por fricciones internas en el nuevo bloque gobernante.
Socialistas anticipan un arranque lleno de tensiones
Desde el Partido Socialista, una de las voces más críticas fue la de Camilo Escalona, quien puso el foco en los primeros meses de la próxima administración. Para el histórico dirigente, el desafío no estará solo en la oposición, sino al interior del propio oficialismo que respalda al presidente electo.
En conversación con La Tercera, Escalona advirtió que “Los primeros meses del gobierno van a ser un hervidero en la casa de gobierno”, planteando que la diversidad de fuerzas que sostienen a Kast podría convertirse rápidamente en un factor de inestabilidad.
El rol secundario del centro político
A juicio del dirigente socialista, los sectores de centro que se sumaron al respaldo de Kast no tendrían un peso determinante en la toma de decisiones. “Demócratas y Amarillos no tienen tanto peso”, afirmó, restándoles protagonismo dentro del diseño político del futuro Ejecutivo.
Según su análisis, estas colectividades cumplirían un rol más bien accesorio, sin capacidad real para ordenar o equilibrar las tensiones que podrían surgir desde los sectores más ideologizados.
El verdadero eje del poder, según Escalona
Republicanos, socialcristianos y libertarios
Para el exsenador, el núcleo duro del próximo gobierno estará claramente definido. “El eje del gobierno son republicanos, socialcristianos, y naturalmente los libertarios”, sostuvo, apuntando a que estas fuerzas serán las que realmente buscarán incidir en el rumbo político del país.
Escalona advirtió que estos sectores no solo apoyaron la candidatura, sino que lo hicieron esperando un rol protagónico. “Han apoyado a Kast con la expectativa de pasar ellos a tener un protagonismo directo en el gobierno”, señaló.
Riesgo de conflicto si no hay espacio para todos
El dirigente socialista fue enfático en advertir que, si esas expectativas no se ven satisfechas, el clima interno podría deteriorarse rápidamente. “Si el Presidente electo no les da satisfacción, va a haber una dificultad”, aseguró, proyectando un escenario de presiones cruzadas desde el inicio del mandato.
En ese contexto, insistió en que La Moneda podría transformarse en un foco permanente de disputa política desde el 11 de marzo, con distintos actores buscando mayor influencia y visibilidad.
Gestos que, a su juicio, agravan el escenario
Escalona también cuestionó señales recientes del presidente electo, como su aparición pública con una motosierra junto al mandatario argentino Javier Milei. A su entender, ese gesto simbólico “empaña” cualquier intento de moderación y refuerza los temores de la izquierda frente al estilo que podría marcar el nuevo gobierno.
Según su visión, lejos de ordenar a su coalición, estas imágenes anticipan un inicio de administración complejo, donde las disputas internas podrían marcar la agenda desde el primer día.

