Un cambio profundo en las reglas para los automovilistas comenzó a tomar forma esta semana en el Congreso. La bancada del Partido Nacional Libertario (PNL) anunció el ingreso de un proyecto de ley que podría modificar de manera sustancial la forma en que se renuevan las licencias de conducir en Chile.

La iniciativa ya abrió debate, especialmente por el impacto directo que tendría en millones de conductores a lo largo del país.

El eje central del proyecto: menos trámites para los conductores

La propuesta plantea que las personas no estén obligadas a renovar su licencia de conducir hasta cumplir los 65 años. Según sus impulsores, el objetivo es reducir trámites considerados innecesarios y aliviar la carga administrativa tanto para los ciudadanos como para el Estado.

Desde la bancada explican que el sistema actual obliga a millones de personas a destinar tiempo y recursos a un proceso que podría evitarse durante gran parte de la vida adulta.

El argumento económico y de tiempo

El diputado Johannes Kaiser defendió la iniciativa apuntando directamente al costo humano y productivo que implica el sistema vigente.

“Con eso nosotros esperamos liberar a la gente. O sea, tenemos casi 15, 14 millones de conductores en Chile. Esos 14 millones de conductores se tienen que gastar horas y horas para renovar su carnet de conducir”, sostuvo.

A eso sumó una crítica más amplia al impacto económico:
“Lo que eso significa en horas hombre, en pérdida de recurso humano, es absolutamente inconcebible. Son cientos de millones de dólares solamente en horas de trabajo que no se pueden realizar”.

Más exigencias en responsabilidad y salud

Aunque el proyecto elimina la renovación periódica hasta cierta edad, también incorpora nuevas obligaciones para los conductores, especialmente en materia médica.

Qué se exigirá a quienes tengan una licencia vigente

El texto propone un reforzamiento explícito de la responsabilidad individual, estableciendo deberes claros para quienes conduzcan vehículos:

• Obligación del titular de la licencia de informar a la Dirección de Tránsito cuando sea diagnosticado con una condición médica que afecte su capacidad para manejar de forma segura.

• Posibilidad de suspender administrativamente la licencia hasta que la persona demuestre recuperación o control de dicha condición.

• Responsabilidad directa del conductor en caso de accidentes, si no informó oportunamente una condición médica que hacía riesgosa la conducción.

El ahorro que promete la iniciativa

Otro de los puntos destacados del proyecto tiene que ver con el impacto económico para los ciudadanos. Actualmente, cada renovación implica un gasto que se repite durante años.

“Cada proceso de renovación implica costos que actualmente fluctúan entre 0,5 y 0,7 UTM por trámite. La eliminación de la exigencia hasta los 65 años reduce un gasto recurrente a millones de conductores, y se alinea con políticas de racionalización regulatoria y disminución de cargas financieras innecesarias para la población”, señala el texto legal.

ÚLTIMAS NOTICIAS

Ahora, la propuesta deberá iniciar su tramitación legislativa, donde se anticipa un debate intenso entre quienes ven una oportunidad de modernización y quienes advierten posibles riesgos en materia de seguridad vial.