“¿Por qué la culpan a ella, la amante? Cuando el culpable es él”: La defensa de Raquel Argandoña a Camila Andrade

El escándalo amoroso entre Carla Jara, Francisco Kaminski y Camila Andrade persiste, involucrando debates sobre responsabilidad, lealtad familiar y juicios públicos.

Camila Andrade

El escándalo del triángulo amoroso entre Carla Jara, Francisco Kaminski y Camila Andrade continúa activo. Hace una semana, quien fue marcada como la causante de la ruptura matrimonial ofreció una entrevista para contar su versión de los eventos, y este viernes será el turno de la exintegrante de “Mekano”, que discutirá el cierre de su relación.

El cahuín ha resonado en incontables lugares y, por segunda ocasión, fue tema en el panel de “Tal Cual” con Raquel Argandoña, José Miguel Viñuela y Pancha Merino debido a que el ex presentador de “Mekano” y Jara se reunieron para crear un programa en su residencia.

Ellos analizaron el escrutinio público hacia Kaminski y Andrade. Sobre el primero, debatieron si su carrera profesional debería ser impactada por las controversias de su esfera privada. También destacaron cómo las redes sociales se han transformado en auténticos foros de juicio público.

Debate sobre culpa y responsabilidad

Durante un momento del debate, la presentadora Raquel Argandoña defendió a Camila Andrade durante el escándalo. “En redes sociales muchos respaldan a Carla, es verdad. Pero, ¿Por qué la responsabilizan a ella, la otra? Si el responsable es él, él es quien debe lealtad a su familia y a su esposa”, declaró.

La actriz Pancha Merino discrepó con este comentario, y señaló que “pero una mujer también debe respeto a la familia de otra mujer”. Raquel reafirmó su opinión, manteniendo, “¡Pero el culpable es él!”, añadió.

Por otro lado, Viñuela sugirió que “hay quienes también opinan ‘¿Por qué tú te comunicarías con un hombre casado? Hay diversas (perspectivas)’”. A lo que Raquel respondió que “porque él le dio pie a esa confianza”.

Merino argumentó que, aunque él ofrezca esa confianza, no se le debería prestar atención y mantener distancia del hombre casado, incluso si él sugiere que está separado de su pareja.