Perla Ilich sorprendió al mostrar su casa: tres camas, espacios unidos y un rincón muy especial
Perla Ilich sorprendió en La Divina Comida al abrir las puertas de su nuevo hogar y compartir detalles emotivos de su vida familiar.

Durante la más reciente emisión de La Divina Comida, emitida la noche del sábado 14 de junio, la reconocida ex figura televisiva Perla Ilich cautivó a la audiencia al compartir un recorrido íntimo por su nuevo hogar, lleno de recuerdos y afecto familiar.
En este episodio, también participaron Jeanette Jara, Claudio Rojas y Nicolás Solabarrieta, quienes, como es habitual en el programa, se convirtieron en anfitriones para brindar la mejor experiencia culinaria y de conversación.
Un hogar con historia y significado
El comedor y el símbolo del león
Al inicio del recorrido, Perla mostró el comedor y la sala de estar, donde conserva los muebles celestes de su anterior vivienda. Un detalle que no pasó desapercibido fue una estatua muy especial: “El leoncito pequeño que nos sigue a todos lados, que siempre está conmigo y es parte de este nuevo hogar. Acá es lo mismo que estaba en la otra casa”, expresó con emoción.
Habitaciones llenas de amor
El espacio personal de Michelle
Luego, la exprotagonista de docurreality mostró el cuarto de su hija mayor, Michelle. Allí explicó: “Esta es la pieza de la Michi, ahí está la enana que ya está grande, es toda una señorita. Esta es la pieza uno, que es de la princesa de la casa, la que está entrando a la adolescencia”.
Un dormitorio familiar conectado
Más adelante, Perla reveló su propia habitación, la cual comparte con su hijo menor y que, además, se conecta con la de Mateo. Con cercanía, compartió: “Por acá nos vamos a la pieza número dos. Aquí estamos medio juntos pero no lo estamos. Aquí tenemos la sección bebé, y acá la sección adulto”.
Concluyó el recorrido señalando: “Estamos todos conectados, es parte del hogar y parte de como vivimos un poquito en esta casa. Espero que les haya gustado este pequeño rinconcito de mi corazón”.
La participación de Perla Ilich no solo destacó por su rol de anfitriona, sino también por abrir una ventana a su vida familiar, reflejando el valor emocional que tiene su nuevo hogar.