Una reciente investigación emitida por el programa Primer Plano encendió las alarmas en torno a un popular negocio de cosméticos turcos que circula entre figuras conocidas del espectáculo chileno. El reportaje planteó serias dudas sobre la legalidad del modelo y cuestionó los métodos de comercialización que estarían al borde de la irregularidad.

Famosas chilenas en el centro de la polémica

Según reveló el espacio de CHV, personalidades como Lisandra Silva, Nicole Pérez y Mariuxi Domínguez serían las principales promotoras de los productos de la marca Farmasi en Chile. Esta firma de origen turco ha ganado notoriedad en redes sociales y plataformas de venta directa, aunque ahora enfrenta cuestionamientos por su forma de operar.

¿Venta ilegal o sistema piramidal?

El reportaje expuso que el negocio podría tratarse de una estructura similar a una estafa piramidal, ya que su crecimiento se sustentaría en la captación de nuevas vendedoras en distintos países, más que en la venta de los productos mismos.

Uno de los aspectos más preocupantes revelados por la investigación es que Farmasi no cuenta con certificación del Instituto de Salud Pública (ISP) para operar legalmente en Chile. Esto significa que los cosméticos que circulan bajo esta marca no están regulados ni aprobados por la entidad sanitaria nacional.

El cuestionado ingreso de productos a Chile

¿Cómo llegan entonces estos artículos al país? Según el programa, existiría un método informal que incluye manuales de instrucción para las personas que se encargan de traer los productos desde el extranjero, específicamente desde Panamá.

“Ocultando los productos en maletas sin cajas para no levantar sospechas”, fue parte de la revelación del reportaje, que asegura que se busca evitar los controles fronterizos mediante este tipo de prácticas.

¿Qué es Farmasi y por qué genera tanta controversia?

Farmasi es una marca internacional de origen turco que comercializa maquillaje, cremas y productos de cuidado personal. Ha ganado terreno gracias a un modelo de venta directa donde las personas pueden convertirse en “socias” para distribuir los productos. Sin embargo, el reportaje plantea que muchas de estas supuestas socias terminan invirtiendo más dinero del que ganan, lo que refuerza la sospecha de que se trataría de un sistema de tipo piramidal.