Kika Silva compartió una íntima y divertida experiencia sobre su salud intestinal durante un nuevo episodio del programa Iki.
En el más reciente episodio de Iki, conocer para mejorar, la comunicadora Kika Silva sorprendió al relatar una anécdota personal tan divertida como reveladora. El programa, que se emite a través de YouTube y Spotify, abordó en su segundo capítulo un tema que rara vez se discute abiertamente: la salud intestinal.
Durante la conversación con el científico Ismael Palacios y Claudia Morales, fundadora de La Casa del Fermento, Kika compartió los difíciles momentos que vivió hace algunos años debido a múltiples intolerancias alimentarias que afectaron profundamente su calidad de vida.
Problemas de salud que alertaron a Kika
En medio de la charla, Kika abrió su corazón para contar una etapa compleja que vivió en lo físico y emocional. “Me pasaban cosas muy raras. Tenía los brazos hinchados, la piel se me veía distinta, me dolían los músculos y se me empezaron a caer las uñas de los pies sin razón. Incluso un día me caí de la cama porque no tenía fuerza en las piernas”, relató.
Tras un largo proceso de análisis y pruebas, logró identificar varias intolerancias alimentarias que la llevaban a sentirse así. Fue entonces cuando comenzó a cambiar su dieta y a poner mayor atención en lo que comía.
Una escapada romántica con consecuencias inesperadas
En uno de los momentos más comentados del episodio, Kika recordó una experiencia junto a su pareja, el actor Gonzalo Valenzuela, cuando aún estaban comenzando su relación.
“Nos fuimos a un hotel maravilloso en el sur, un lugar súper boutique, sin recepción ni teléfono, muy exclusivo. Y claro, como estábamos recién conociéndonos, me dio cosa estar con tantas restricciones, así que dije: ‘ya, filo, voy a comer de todo’. Lo hice sabiendo que soy intolerante al gluten, la lactosa, el cacao y la cafeína”, confesó entre risas.
La decisión, aunque impulsiva, tuvo sus consecuencias. “Gonzalo empezó a decir que la cañería del baño estaba mala, que se había echado a perder el desagüe. Quería llamar a recepción, pero no había. Él decía ‘¡Nos tienen que cambiar de pieza!’”, contó la comunicadora.
El misterio se resolvió cuando Gonzalo fue a acostarse. “Abre la cama y yo ya estaba metida ahí. Y ahí se da cuenta que… el olor venía de mí. Y entendió que en verdad yo tenía un problema. Antes me veía como exagerada por cuidarme tanto, pero ahí me creyó todo”, cerró riendo.
Un espacio para hablar sin filtros sobre salud y bienestar
Más allá de las risas, la historia fue un punto de partida para conversar sobre lo importante que es escuchar las señales del cuerpo y no restarles valor. Kika aprovechó su experiencia para invitar a los oyentes a no normalizar el malestar físico y a tomar en serio su bienestar.
Iki es un programa digital que busca abrir conversaciones honestas y profundas sobre salud, alimentación y autocuidado. Cada capítulo mezcla ciencia, experiencias reales y herramientas prácticas para que cada persona pueda encontrar su propio camino hacia el equilibrio.
Puedes ver los episodios en YouTube o escucharlos en Spotify y seguir descubriendo más historias que inspiran a cuidarse con amor y conciencia.