Hace poco más de una semana, Chile recibió la sorprendente noticia de que solo Argentina, Uruguay y Paraguay serían parte de la organización del Mundial 2030, albergando los partidos inaugurales.

A pesar de haber presentado una candidatura conjunta con estos países, Chile no fue considerado en la decisión final, lo que fue considerado un gran fracaso en la gestión de Pablo Milad al frente de la ANFP.

Esta situación generó molestia en las oficinas de Quilín, tanto es así que Milad empacó sus maletas y viajó a Zurich para pedir explicaciones al presidente de la FIFA, Gianni Infantino.

Durante la reunión con el máximo mandatario de la FIFA, el presidente de la ANFP expresó su descontento y, según informó La Tercera, Milad: “buscaba conseguir alguna compensación por el mal rato. En ese escenario, el helvético planteó nuevas promesas, vinculadas al fútbol formativo”.

Según el mismo periódico, a pesar de las promesas realizadas por Infantino, Milad expresó su disgusto y solicitó una explicación clara sobre la exclusión de Chile, a lo que el presidente de la FIFA culpó a la Conmebol por lo sucedido.

“Infantino escuchó sus razones, pero fue enfático en precisarle que la propuesta que recibió de parte de la Conmebol no incluía al país como parte de la candidatura“, indicó.