El partido de Copa Libertadores entre Colo Colo y Fluminense continuará resonando en los pasillos del Estadio Monumental. En un intento desesperado por romper el cero en el marcador, el técnico Jorge Almirón decidió incluir en el juego a Guillermo Paiva, quien recientemente se recuperaba de un desgarro muscular.

Paiva, que había sido diagnosticado con esta lesión el 25 de mayo y cuyo periodo de recuperación se estimó en cuatro semanas, ingresó al campo para disputar los últimos 20 minutos del encuentro. Durante este breve pero intenso lapso, el delantero guaraní hizo esfuerzos significativos para intentar marcar, lo que podría haber exacerbado su condición.

A pesar de abandonar el campo sin signos evidentes de dolor, Paiva reportó molestias en la misma área previamente afectada, lo que ha levantado preocupaciones dentro del cuerpo técnico de Colo Colo. Este incidente podría llevar a una nueva fase de recuperación para el jugador, en un momento en que el equipo ya enfrenta problemas para concretar oportunidades de gol.

El uso de Paiva en el partido fue una decisión de último momento, reservada solo para una situación crítica, según fuentes internas. Su participación en las prácticas ha sido limitada, concentrándose en trabajo diferenciado para proteger su recuperación. Ahora, con un partido próximo en el estadio Bicentenario de Audax Italiano, cuya cancha sintética podría representar un riesgo adicional, es probable que Colo Colo opte por no arriesgar más la salud del delantero.

Colo Colo y su cuerpo técnico se mantienen atentos a la evolución de Paiva, esperando que su situación no se agrave y pueda retornar plenamente recuperado lo antes posible.