El pasado 30 de diciembre, el médico chino de 34 años Li Wenliang, fue uno de los primeros en informar a sus amistades de la posible existencia del coronavirus, epidemia que ha cobrado la vida de unas 427 personas y ha dejado contagiadas a más de 20.000 en todo el mundo, sin embargo, su historia pasó a ser una de las más trágicas por el intento del gobierno asiático en ocultar la afección.
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El doctor envió un mensaje a sus amigos mediante la popular aplicación de mensajería china WeChat, donde alertó que siete personas habían sido puestas en cuarentena en el hospital donde laboraba tras ser diagnosticadas con una enfermedad similar al SARS. Determinó que la patología era un coronavirus, enfermedad correspondiente a un conglomerado de virus que incluyen el síndrome respiratorio agudo severo.
Según reseñó CNN Chile, a pesar de que Wenliang le reiteró a sus compañeros que debía ser algo que se debía manejar con mucho cuidado, las personas hicieron públicas las fotografías de sus mensajes y las colocaron en diversas redes sociales, lo que generó días después la visita de efectivos policiales.
“Cuando los vi circulando en línea, me di cuenta de que estaba fuera de mi control y que probablemente sería sancionado”, dijo Li.
Actualmente, Li es uno de los más de 20 mil pacientes contagiados por coronavirus mientras intentaba apoyar a las personas hospitalizadas a combatir la enfermedad, y su diagnóstico causó grandes reacciones a través de las redes sociales.
