En una nueva jornada de audiciones a ciegas, la noche del domingo, una joven de 26 años, oriunda de Iloca, se presentó en The Voice. Su potente voz de ranchera incluso confundió inicialmente a Beto Cuevas, quien tardó en darse cuenta de que la que cantaba era una mujer.
La madre de la cantante recordó que la profesora del jardín descubrió el talento de su hija desde muy temprana edad.
“Yo siempre le he dicho a ella que la música se respeta, se lleva en la sangre”, indicó la mujer.
Lo cierto es que, tras experimentar con tres carreras universitarias que no la satisficieron, Alejandra se resignó a que la música era su única y gran pasión, y así llegó al programa de Chilevisión.
En esta ocasión, interpretó el tema La malagueña, con una voz grave y profunda que impactó a los coaches y al público.
“”¿Es una mujer?”, dijo Beto, mirando a sus compañeros después de escuchar la primera estrofa. Los cuatro presionaron el botón para girar sus asientos, sorprendidos por el talento de la joven.
Al final de la presentación, Alejandra Moraga se emocionó al ver que el Puma, Beto Cuevas, Prince Royce y Fran Valenzuela volteaban para disputar su voz.
Además, esta última corrió al escenario para darle un abrazo y felicitarla.
“Nos conmoviste a todos. Eres una intérprete tremenda, con una voz y un talento innegable. Será emocionante descubrir lo que puedes y lo que quieres hacer”, le dijo la cantante nacional.
“Soy de Iloca, el lugar donde fue el tsunami, y estoy orgullosa de ser de esa tierra”, mencionó la joven mientras se presentaba, momento en que invitaron a pasar al escenario a sus acompañantes, entre los que estaba Oliver, su bebé de 7 meses de edad.
El pequeño lloraba en brazos de su papá, y solo se calmó cuando Alejandra lo sostuvo, preparándose para tomar una decisión.
“Para mí es un honor porque creo que los 4 son fantásticos y los admiro mucho a cada uno de ustedes. (Me voy con) Francisca Valenzuela”, dijo Alejandra Moraga.
“La vamos a romper. Muchas gracias por confiar en mí y trabajaré tanto por ti”, prometió su coach antes de acompañarla nuevamente al backstage.
