Durante esta semana, se ha emitido una alerta sobre la formación de un ciclón en el Pacífico, específicamente entre Rapa Nui y el archipiélago Juan Fernández. Se pronostica que este evento natural podría generar vientos con velocidades superiores a los 120 km/h.

Informes recopilados por Meteored han detallado que estas ráfagas de viento permanecerán en esa área y no alcanzarán la parte continental de Chile.

A pesar de ello, han surgido interrogantes acerca de las diferencias entre huracanes, tifones y ciclones, así como las posibles consecuencias que este último podría traer al país.

Ante esta situación, Eduardo Sáez, meteorólogo de Chilevisión, ha proporcionado una explicación detallada sobre los puntos más relevantes en una conversación con La Tercera.

Aclarando las diferencias entre los términos

Antes de adentrarnos en las potenciales repercusiones, es fundamental repasar las distinciones entre estos conceptos.

De acuerdo con información de National Geographic, los tres términos se refieren al mismo fenómeno meteorológico: un sistema tormentoso.

No obstante, las denominaciones varían dependiendo de la región donde se forman.

Cuando surgen en el Atlántico norte, el Caribe y el noreste del Pacífico, se les llama “huracanes”, haciendo referencia al dios maya del viento, el fuego y las tormentas.

Por otro lado, en el noroeste del Pacífico, estas mismas manifestaciones meteorológicas son conocidas como “tifones”.

La categoría “ciclones tropicales” se aplica a las tormentas que se originan en el sureste del océano Índico o en el suroeste del Pacífico, mientras que en el norte del océano Índico se denominan “tormentas ciclónicas graves” y en el suroeste del mismo océano simplemente “ciclones tropicales”.

En cualquiera de estas tres clasificaciones, los vientos deben alcanzar velocidades de al menos 119 km/h.

Posibles impactos del ciclón en formación frente a las costas chilenas

En cuanto a los efectos que podría tener este fenómeno, el meteorólogo de Chilevisión, Eduardo Sáez, dice que “podemos abordarlo de dos formas distintas”.

“El ciclón que se está viendo es un sistema frontal propiamente tal. Puede que en algún momento cambie su estructura térmica, pero netamente es aquello. Este sistema en sí, en la medida que venga acercándose al continente, va a ir perdiendo fuerza, va ir cambiando”, explica el especialista, para luego pronosticar que pasará a ser “una baja segregada o probablemente solo una pequeña onda en altura”.

Ante este escenario se traduce, según Sáez, en que “es más imponente verlo ahora por el satélite, más allá de que (efectivamente) pueda generar consecuencias acá en la zona central”.

Con respecto a la formación del ciclón entre Rapa Nui y el archipiélago Juan Fernández, el meteorólogo indicó que tampoco se espera que ocurra alguna catástrofe.

“La imagen se ve muy imponente desde el satélite, pero cuando tú analizas dinámicamente la alta presión que tenemos en nuestra costa, digamos, en la centro norte, la misma que nos está provocando ahora la ola de calor, es tan fuerte que lo va a destruir antes de siquiera llegar al archipiélago. Creo que en la única parte en la que podría dejar alguna precipitación, podría ser en la Isla Alejandro Selkirk, sin llegar a la Robinson Crusoe”.

En este sentido, enfatiza que no deberían presentarse consecuencias significativas. No obstante, el ciclón sí tendrá efectos, aunque no representen una amenaza.

Nieblas

“Lo que sí podría provocar, es que las nieblas que vamos a tener el sábado en la playa van a ingresar hacia el valle y podrían generar —como efecto rebote solamente— una especie de niebla o llovizna en algunos sectores. Y la baja segregada, en precordilleranos o cordillera, podría ocasionar algún tipo de precipitación, pero de menor cantidad (…) hay una lluvia que podría ser intensa, que caería entre el sábado y domingo en Rapa Nui, pero esa es debido a otro sistema frontal que viene muy por detrás del que estamos viendo ahora”

“No estamos esperando algo importante”, subraya el meteorólogo.

Se presume que el ciclón que se está formando entre Rapa Nui y Juan Fernández “se va a destruir o va a ir perdiendo fuerza ahí en esa misma zona, por lo que prácticamente va a quedar detenido”, hasta que empiece a perder su estructura.

No obstante, el experto concuerda en que la formación de un fenómeno de estas características no es común en dicha región.

“Lo que pasa es que los sistemas frontales pasan más hacia el sur (…) resulta que la alta presión que tenemos frente a nuestra costa está tan fuerte, que este no está pudiendo cruzar, entonces se ve obligado a buscar alguna forma para seguir su recorrido hacia el Atlántico. Por lo tanto, empieza a transportar aire frío desde la zona subpolar hacia el norte, por eso en Rapa Nui están teniendo mañanas más frescas. Es la misma barrera que obstruye el paso de este sistema frontal la que está provocando que se desplace tanto hacia el norte, en su búsqueda de un camino”, sentencia.