Era marzo de 2017 cuando Rio Negro se estremeció al descubrirse un horroroso hecho: «Es una mujer que ha cometido un delito que es inenarrable. Yo creo que este es el caso, en la historia de Mea Culpa, que he encontrado más violento», Carlos Pinto fue el encargado de indagar en los detalles de este suceso en el tercer capítulo de Mea Culpa, titulado “Adiós cariño”.

Jacqueline Yáñez, fue condenada a 20 años de prisión por haber cometido un cruel acto y someter a sus victimas a 16 horas de tortura.

El secuestro

Tras investigaciones descubrieron que el 4 de marzo de 2017, Rodrigo Gallardo, María Inayado y Jacqueline Yáñez, llevaron a un hombre hasta una casa ubicada en el centro de Río Negro.

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La víctima, identificada con las iniciales B.A.I., fue retenida en dicho domicilio en contra de su voluntad.

En un momento de la noche Jacquelin le dio un golpe en la cabeza con una enorme hacha.

Aún con la gravedad del ataque, el resultado fatal lo evito la victima al interponer su antebrazo, sufriendo un corte profundo en dicha extremidad.

Posteriormente, la misma mujer y Cristián Bahamondez, quien se incluyó en el grupo, procedieron a cortar el lóbulo de la oreja izquierda y a golpear a B.A.I., provocándole una fractura dental.

Luego llegó al sitio quien se convertiría en la segunda víctima; identificada como A.M.L., expareja de la condenada María Inayado y quien fue invitado a la vivienda para «compartir alcohol».

Tras pasar un rato el hombre intentó irse de la vivienda, pero fue retenido forzosamente por Inayado, Yáñez y Bahamondez, quienes también le cortaron el lóbulo de la oreja.

Finalmente, gracias al aviso de un testigo, las víctimas fueron liberadas por funcionarios policiales que llegaron al lugar. Eso sí, ya habían transcurrido cerca de 16 horas.