En las últimas horas ha salido a la luz que Karina Oliva, quien fuera candidata previa a gobernadora regional en la Región Metropolitana, presuntamente empleó una fundación ficticia con el propósito de obtener $120 millones durante su campaña en el año 2021.

Un reportaje divulgado por La Tercera revela que la Fiscalía ha demostrado que Oliva, quien previamente formaba parte del partido Comunes, habría cometido un fraude en perjuicio del Estado a través de la Fundación Chile Movilizado. Supuestamente, esta acción se llevó a cabo con el fin de asegurar recursos para financiar su campaña electoral.

La mencionada entidad, conocida como “fundación fantasma”, carecía de presencia en línea y tampoco presentaba indicios de haber llevado a cabo proyectos u otras iniciativas. Además, su junta directiva nunca llegó a convocarse.

Por otro lado, los $120 millones en cuestión tenían la finalidad aparente de respaldar la creación de un informe que aparentemente nunca llegó a materializarse.

Aunque aún no se ha esclarecido con precisión cuál fue el destino real de los fondos, se ha informado que estos fueron retirados en efectivo desde la cuenta utilizada para la campaña.