Han pasado más de dos semanas desde que María Ignacia González, concejala de Villa Alegre, fue vista por última vez la madrugada del domingo 15 de junio, sin que hasta ahora se sepa qué ocurrió con ella. La mujer, de 73 años, desapareció durante un temporal, y las investigaciones se han concentrado en el río Loncomilla, cerca del sector de La Balsa El Peumo, considerado el “punto cero” de su rastro.

Búsqueda intensiva con tecnología de alta precisión

Para intentar dar con el paradero de la concejala, la PDI ha desplegado un operativo que incluye tecnología especializada de última generación, entre ellas un sonar multihaz, capaz de detectar hasta los más mínimos objetos sumergidos en el fondo del río.

Este dispositivo ha sido clave para realizar un barrido detallado en la zona donde se presume que la autoridad podría haber estado el día de su desaparición.

Testimonio exclusivo: “La noté rara, me dijo que presentía algo”

En conversación con el matinal Mucho Gusto, Carmen Morán, amiga de María Ignacia González, entregó un testimonio inédito que ha llamado la atención. Según relató, su vínculo con la concejala era de muchos años y profundo cariño:

“La quería como si hubiese sido una hermana para mí”, expresó emocionada. También recordó que González era una persona muy solidaria y preocupada por quienes la rodeaban:
“Ella siempre estaba pendiente de nosotros y preguntando cómo estábamos. Cuando estaba con mi esposo enfermo, ella me ayudó mucho también”, contó.

Presagios inquietantes antes de su desaparición

Uno de los datos más sorprendentes del relato de Carmen fue el estado de ánimo de la concejala durante su último encuentro en abril.
“La noté rara. Le dije ‘¿qué le pasa? La noto rara’, y me dijo ‘no sé, presiento algo, algo raro’. Eso me dijo nada más”, relató la amiga, asegurando que desde entonces le quedó una sensación inquietante.

Aunque María Ignacia no le mencionó conflictos específicos, Carmen asegura tener sospechas:
“Para mí que hay terceras personas. Yo pensé al tiro en terceras personas, porque sé que le tenían muy mala, pero no puedo decir las personas”, afirmó, insinuando que la concejala podría haber tenido problemas con personas dentro del municipio.

“La vi más extraña, media pálida”

Las declaraciones de Carmen Morán coinciden con lo expuesto por las hijas de la concejala, quienes han señalado la posibilidad de un femicidio político como línea investigativa. La amiga también notó cambios en su comportamiento previo a la desaparición:

“La vi más extraña, media ‘paliducha’. Andaba súper extraña… A mí se me hace que el auto lo tienen por ahí escondido. Tienen que tenerlo en alguna parte. Es muy mala la gente que la hizo desaparecer”, expresó.

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Sin pistas claras del vehículo ni de su paradero

Por ahora, se presume que María Ignacia González conducía su camioneta rumbo a la Balsa El Peumo, pero desde ese momento no existen registros concretos sobre su paradero. La investigación se mantiene activa, y las policías siguen usando todos los recursos disponibles para dar con cualquier pista que permita entender qué ocurrió realmente.