¿Qué viene para la economía regional? Moody’s proyecta un ajuste en el crecimiento de Latam para 2026.
El panorama financiero de la región experimentará un ajuste estratégico en los próximos meses. Según el último informe de Moody’s Analytics, titulado “Perspectivas Económicas de América Latina 2026”, se espera que las economías de la zona moderen su ritmo de expansión con el objetivo de consolidar un ciclo de crecimiento mucho más estable y duradero.
El ranking del crecimiento: ¿Cómo le irá a Chile y sus vecinos?
Para el año 2026, la consultora estima que el Producto Interno Bruto (PIB) regional promediará un 2,0%, una cifra levemente menor al 2,3% que se proyecta para el cierre de 2025. Sin embargo, este avance no será igual para todos los países.
Argentina y Perú se perfilan como los grandes motores de la región, liderando la lista con una expansión del 3,2%. En la parte media de la tabla se encuentran Colombia (2,8%), junto a Chile y Uruguay, que registrarían un sólido 2,3%. En contraste, las potencias más grandes muestran cifras más discretas: Brasil crecería un 1,8%, mientras que México cerraría la lista con apenas un 1,2%.
¿Por qué se habla de una “moderación saludable”?
Alfredo Coutiño, director para la región de Moody’s, explicó que este ajuste en la velocidad no debe verse como un retroceso, sino como una medida de precaución para evitar desequilibrios mayores.
“Las perspectivas económicas para 2026 se ven con una ligera moderación saludable del crecimiento, que le permitirá a la región ajustarse para evitar sobrecalentar los motores y quedar en forma para un nuevo ciclo de expansión en el mediano plazo”, adelantó el experto.
Este fenómeno permitiría reducir las presiones de la demanda y, por consecuencia, lograr que la inflación continúe su camino a la baja. Los factores clave que impulsarán este escenario son:
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Tasas de interés más bajas: Una política monetaria menos rígida que reactivará el consumo interno.
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Comercio exterior: Se prevé un alivio en las políticas tarifarias de Estados Unidos, lo que favorecería la exportación de materias primas.
Las sombras en el horizonte: Deuda y riesgos externos
A pesar del optimismo moderado, la región enfrenta desafíos estructurales que no se pueden ignorar. La capacidad de los gobiernos para invertir sigue siendo limitada. “El espacio fiscal continuará limitado en la región, dadas las abultadas cargas de la deuda pública y la expansión del gasto social, sobre todo en Brasil, Colombia y México”, advirtió Coutiño.
Por otro lado, existen riesgos que podrían cambiar este rumbo. En el ámbito interno, un choque de precios inesperado podría obligar a los bancos centrales a subir las tasas de nuevo. En lo externo, la posibilidad de una nueva guerra comercial o tensiones arancelarias globales sigue siendo la principal amenaza para la estabilidad del comercio latinoamericano.

