El pasado domingo, un tornado azotó a Puerto Varas y dejó una postal que nadie en la ciudad olvidará fácilmente: 19 personas lesionadas, más de 200 viviendas afectadas y cientos de vecinos marcados por una experiencia que parecía sacada de una película.

Uno de ellos es Mauricio Marín, taxista de la comuna, quien estuvo en pleno centro de Puerto Varas justo en el momento en que el fenómeno tocó tierra. Su testimonio, entregado a Radio Bío Bío, grafica con crudeza el miedo y la sorpresa con que enfrentaron lo que parecía impensado para la zona.

“Siento un viento y me da miedo”, confiesa, a días de lo ocurrido.

“De repente caen dos calefont al lado de mi auto”

Mauricio se encontraba estacionado cerca de un supermercado, frente a una bencinera Aramco, cuando comenzó a llover intensamente. Nada hacía pensar que se acercaba algo peor. Sin embargo, en cuestión de segundos, la situación cambió drásticamente.

“Yo estaba en el auto cuando de repente estaba lloviendo muy fuerte y caen dos calefont al lado de mi vehículo. Y yo buscaba en esos segundos la explicación lógica, cómo caían dos calefont, o sea, no, no tenía sentido y en eso veo que los bomberos del Aramco estaban filmando con los celulares hacia el lado del norte y arrancan hacia el local”, relató.

Ahí comprendió que no se trataba de una simple tormenta. El viento comenzó a golpear con fuerza y objetos de todo tipo empezaron a volar alrededor de su vehículo.

“Mi auto se levantó unos veinte centímetros”

La escena era caótica. Dentro del taxi, Mauricio sintió cómo el vehículo se movía por la fuerza del viento, mientras desde todas partes volaban escombros.

“Veo de que mi auto se me levanta en la parte de la cola, yo creo que unos veinte centímetros luego cae y el auto se me empieza a mover por lado y lado. Y yo veía que pasaban latas, pasaban fierros, recuerdo muy bien que pasaban estos palos de leña, de eucalipto, me golpearon el auto”, agregó.

Y lo más duro: no tenía cómo protegerse. “El auto se movía para todos lados. Eran techos, paredes, puertas, ventana y yo no podía arrancar. Todo el mundo se puso a resguardo, pero yo dentro del vehículo no podía arrancar”, dijo.

“Era como si hubieran bombardeado el centro de Puerto Varas”

El impacto visual tras el paso del tornado fue igual de fuerte. Cuando Mauricio logró bajarse del vehículo, lo que vio lo dejó sin palabras. “Me bajo del vehículo y era como que habían bombardeado, el centro de Puerto Varas”, describió.

En su confusión inicial, pensó que había sido una explosión. “Mi primera impresión fue que habían puesto una bomba en la notaría que estaba más atrás y después ya con el sonido, porque es un sonido muy, muy, muy fuerte, pensé que se había volcado un camión por calle Salvador y se venía arrastrando”, relató.

Su primera reacción fue intentar llegar a la casa de su madre, de 85 años, pero los caminos estaban bloqueados. “Afortunadamente no fue un día de semana cuando salen los niños del colegio, hubiese sido otra cosa”, reflexionó.

“Quedé temeroso, se me quiebra la voz”

Los efectos emocionales tras lo vivido no han sido menores. El taxista reconoció que aún no logra superar el miedo. “Yo siento un viento y lo asusto de verdad. Porque en ese momento imagínate, en ese metro y medio cuadrado, sin poder refugiarme y ver pasar palos, latas, y que en algún momento podrían entrado a mi vehículo”, señaló.

“Yo, de verdad, quedé temeroso. Y cuando hablo del tema se me quiebra la voz porque para el lado que yo miraba, habían palos y latas”, agregó.

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Aunque espera que el temor sea pasajero, admite que aún le cuesta retomar la normalidad. “Pero de verdad, ahora yo siento un viento y me da miedo”, concluyó.