Archie Wilks, es un niño británico de tan solo 4 años el cual padece un extraño cáncer, el cual contra todo pronóstico logro vencer el coronavirus tras haber sido diagnosticado. A sus cortos 3 años le fue detectado un neuroblastoma, un tipo de cáncer con el cual se forman células cancerosas a partir de los tejidos nerviosos, estos son los neuroblastos de la glándula suprarrenal, el cuello, el tórax o la médula espinal.
A pesar de que sus padres tomaron medidas muy estrictas, como sacar a su hermano del colegio, se aislaron en su hogar, solo acudieron a la consulta médica cuando era estrictamente necesario, de lo contrario solicitaban asistencia médica en su casa. El contagio del pequeño Archie fue inevitable, convirtiéndose en el primer paciente que padece cáncer infantil con diagnosticado con COVID-19 en el Hospital de Addenbroke, en Cambridge.
La recuperación del menor da esperanza y ánimo a un país tan afectado por el coronavirus como el Reino Unido, y al resto del mundo, convirtiéndose en un icono de esperanza, durante la pandemia que atravesamos.
