Tras obtener su libertad, Sebastián Ramírez recurrió a Instagram para exponer su perspectiva sobre las acusaciones de haber agredido físicamente a su compañera, Catalina Gaete. No obstante, su relato no se alineó con la información y pruebas divulgadas por la joven de 25 años en sus plataformas digitales.

Durante su declaración, afirmó que Catalina lo agredía físicamente, un hecho conocido por su círculo íntimo y familiares. «Yo no iba a denunciar a esa mujer porque tiene 25 años y yo tengo 37, pensaba que no era apropiado y lamento profundamente no haberlo hecho. Mi entorno me aconsejaba finalizar esta relación donde yo era el afectado por violencia, pero el corazón a veces pesa más y uno siente», declaró.

«Ante este escenario, me defendí, evitando un conflicto que podría haber escalado, con ella posiblemente en detención ahora. No me considero una persona dañina, provengo de un hogar con ética y moral. Nunca agrediría a una mujer, pero si me enfrento a amenazas con un cuchillo o un palo afilado…», explicó Sebastián Ramírez.

A pesar de sus palabras, la comunidad online rechazó su narrativa, rápidamente criticándolo en las redes, tachándolo de abusador.

La radical medida de Sebastián Ramírez

Tras su publicación en Instagram, Sebastián Ramírez enfrentó un aluvión de críticas. Aunque algunos lo apoyaron a pesar de las denuncias, las condenas fueron predominantes.

Varios internautas evocaron su conducta previa con Constanza Capelli, mientras otros lo reprendieron por su violencia hacia su ex pareja, quien le llevaba 12 años de diferencia.

Aunque el ex participante de reality suele ignorar los comentarios de la prensa y usuarios en redes, finalmente decidió desactivar su perfil en Instagram.

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