Actualmente, María Elena Swett se encuentra en Nueva York enfrentando un juicio, con el objetivo de reunirse finalmente con Santiago, su hijo de 11 años. Después de extensos y penosos meses de estar separada, la actriz se estableció en esta metrópoli y no planea regresar sin su hijo.
El 6 de abril, Mane Swett compartió una imagen que revelaba su estancia en la “gran manzana” estadounidense. Unos días más tarde, un allegado confirmaría que su traslado fue para disputar la custodia de su hijo contra John Bowe, el padre del niño y escritor.
La actriz nunca ha discutido abiertamente su conflicto maternal. Hasta el momento, su actividad en Instagram se ha centrado en marcar los días transcurridos sin Santiago, y solo se sabía que él no había vuelto a Chile tras visitar a su padre en Estados Unidos a finales de 2022.
Recientemente, LUN reveló detalles exclusivos del juicio, iniciado el lunes 8 de abril, corroborando algunas partes de este relato.
Mane está decidida a ganar: cuenta con el apoyo de cinco abogados, y durante los argumentos se aclaró que Santiago había vivido en Chile con su madre y visitaba dos veces al año a su padre en Nueva York, conforme a las órdenes de custodia establecidas en 2013 y 2014 en ambos países.
A pesar de las órdenes, se mencionó que en los últimos 14 meses, el niño estuvo exclusivamente en Estados Unidos con su padre, “quien, presuntamente y en posible violación de estas órdenes, ha impedido que el niño regrese a Chile”, según publicaciones de dicho medio.
Mane Swett lucha por custodia parental
El 23 de febrero, a través de uno de sus abogados, Mane solicitó formalmente el regreso de su hijo ante un tribunal de Nueva York. Ese día, insinuó algo en Instagram con una serie de imágenes: una con su gato y otra con velas.
“Por cada vela EL único deseo”, escribió Mane en la publicación, que pronto se llenó de mensajes de apoyo.
El proceso judicial sigue en marcha: el padre cuenta con cuatro abogados, han testificado chilenos que conocen a Santiago y se ha pedido al juez que proteja los datos personales del niño, entre otros detalles familiares.
Un movimiento clave del tribunal fue nombrar a un abogado que defienda los intereses del niño, independientemente de los de sus padres. Esta responsabilidad fue asignada a Jennifer Baum, directora de una clínica de defensa infantil y veterana en estos roles legales.
Una de las primeras acciones de la abogada fue pedir al tribunal que se proteja el testimonio del menor, para salvaguardar su “salud y seguridad”.
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