Durante los últimos días de abril, Jordi Castell sorprendió al someterse a un tratamiento estético que cada vez suma más adeptos entre figuras públicas: el injerto capilar. El procedimiento fue evidente tras su aparición en el programa de TV+ con la cabeza rapada y costras visibles en la zona de la frente.

El fotógrafo eligió rellenar las entradas de su cabello, uno de los sectores más comunes donde se aplica este tipo de técnica, que implica el trasplante de folículos desde la parte posterior del cuero cabelludo.

El cambio de look que no pasó desapercibido

Al asistir a su programa, Jordi Castell llamó la atención del público por su nueva imagen. Lucía completamente rapado y usaba unos anteojos de sol oscuros que cubrían toda su mirada. Ante las consultas, explicó el motivo. “Esto no es moda ni siutiquería. Lo que pasa es que una de las cosas contempladas en la operación del injerto de pelo, el implante, es la anestesia local, porque tú no sientes nada (…) Eso empieza a bajar con la fuerza de gravedad, así que no me puedo sacar los anteojos porque estoy con cara de chancho”, relató.

Hinchazón en el rostro por efecto de la anestesia

El también comunicador detalló que la anestesia le bajó hacia el rostro, lo que le produjo una visible inflamación. “Se me hincharon los párpados y acá abajo, así que, por respeto a la audiencia, prefiero estar con los anteojos”, comentó.

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Un procedimiento ofrecido sin costo

Finalmente, Castell contó que la intervención fue gestionada por una clínica que lo contactó directamente para ofrecerle el tratamiento. “Yo tengo pelo, eso no era un problema, pero me llamaron ellos para ofrecerme la operación. Ahí empecé”, explicó.