Gustavo Quinteros sorprende en Colo Colo al expresar su interés por Óscar Opazo como refuerzo estelar. El experimentado estratega del club chileno ha solicitado a Daniel Morón, director deportivo, que se realicen todos los esfuerzos necesarios para repatriar al talentoso lateral derecho, actualmente en las filas de Racing de Avellaneda, ya que el equipo requiere urgentemente de un jugador de calidad en esa posición.
Ante esta situación, Quinteros ha emprendido acciones paralelas para asegurar la incorporación de Opazo. El jugador, quien buscó un desafío internacional al unirse a Racing de Avellaneda, no ha logrado establecerse en el equipo argentino debido a la falta de confianza por parte de su entrenador, Fernando Gago.
Según informa el periódico argentino Olé, Quinteros ha comenzado a trabajar en persuadir a Opazo durante los últimos días. Incluso, el estratega se comunicó directamente con el jugador para indagar sobre su situación y cómo podría contribuir nuevamente al éxito de Colo Colo en el sector derecho del campo.
Durante la llamada telefónica, el director técnico Quinteros fue claro en su mensaje, convocando a Opazo a formar parte del proyecto de Colo Colo y asegurándole que las puertas del club estaban abiertas para él. Según se informa desde Argentina, la respuesta de Opazo no fue categórica, ya que su contrato con Racing aún está vigente.
“En Racing está abajo en la consideración y poco hizo para sumar porotos las veces que le tocó ingresar”, detallaron.
Opazo tiene un contrato en curso con Racing hasta 2024, pero es evidente que el entrenador Gago no cuenta con él en su plantel, ya que tiene otras opciones para el lateral derecho, como Iván Pillud y Facundo Mura.
La insistencia de Quinteros por Opazo es comprensible, considerando que Mauricio Isla está a punto de partir al extranjero, Guillermo Soto está cerca de unirse a Universidad Católica y Matías Catalán representa un alto costo para Blanco y Negro. En este escenario, la opción de un préstamo para el jugador que se fue del Monumental como campeón se convierte en una jugada estratégica.
