La reincorporación de Claudio Bravo a la selección chilena sorprendió al inicio del ciclo de Ricardo Gareca, que convocó al arquero de 40 años para enfrentarse a Albania y Francia en juegos amistosos. El guardameta de Real Betis retomó su posición en la portería nacional después de casi un año, relegando a Brayan Cortés al banco de suplentes.
Sin embargo, el futuro del arquero está marcado por la incertidumbre. El contrato de Bravo con Betis expira en unos meses, y se enfrenta a la decisión de prolongar su actividad profesional o retirarse. Al ser interrogado sobre ello, el arquero generó más interrogantes que respuestas.
“Quiero vivir el día a día, disfrutar de dónde me toque estar. Siendo bien sincero, no tengo una meta a largo plazo porque es imposible. Sí estoy disfrutando de esto, de los entrenamientos, las concentraciones, del plano grupal, ayudar, competir, atesorar más que nunca”, expresó en una conversación con los periodistas.
Tras los amistosos contra Albania y Francia, Chile se prepara para competir en la Copa América 2024 en junio. Previo al campeonato, se organizarán más encuentros de preparación. Para esa fecha, el guardameta habrá alcanzado los 41 años y estará concluyendo su contrato con el Betis.
Desde el equipo sevillano, comandado por Manuel Pellegrini, se le ha propuesto ocupar el rol de entrenador de porteros si decide retirarse en junio, según han reportado medios de Sevilla. Queda por ver cuál será la elección de Bravo, quien también podría regresar a su país para una última actuación.
