El presidente de Boca Juniors de Palacios y Alarcón, Juan Román Riquelme, no tardó en expresar su molestia tras la derrota por 1-0 de su equipo ante Alianza Lima en el partido de ida de la fase 2 de la Copa Libertadores. Riquelme fue al vestuario para hablar con los jugadores y fue contundente en su crítica, expresando: “Fuimos un desastre”.

Luego de la caída, el mandatario xeneize se hizo presente en el vestuario visitante del estadio Alejandro Villanueva, donde manifestó su descontento con la actuación del equipo dirigido por Fernando Gago. La derrota dejó a Boca en una posición complicada, lo que incrementó la presión tanto para el cuerpo técnico como para los jugadores.

Riquelme y Gago coinciden en la autocrítica

Según el periodista Marcos Bonocore, una de las frases más duras de Riquelme fue “fuimos un desastre”, reflejando el malestar por el rendimiento mostrado en el campo. Por su parte, el entrenador Fernando Gago también mostró disconformidad con algunos de los rendimientos individuales y asumió su parte de la responsabilidad.

En conferencia de prensa, Gago destacó la importancia de la autocrítica: “La autocrítica se hace puertas para adentro. Creo muchísimo en la autocrítica y en ver los errores para tratar de mejorarlo y así mejorar el resultado, que sabemos que estamos en partido todavía, porque todavía nos queda la revancha en nuestra casa”.

Sin embargo, el técnico tuvo un momento de frustración durante el partido, cuando se le observó gritarle a Exequiel Zeballos: “empezá a correr o te saco a la mierda”, a pesar de que el jugador había ingresado hacía poco.

La presencia de Riquelme en el vestuario no es nueva

La intervención de Juan Román Riquelme en el vestuario tras un mal resultado no es algo nuevo. El presidente de Boca Juniors ya había hecho lo mismo en otras ocasiones, incluso con entrenadores como Sebastián Battaglia, Jorge Almirón y Hugo Ibarra. La postura de Riquelme refleja su fuerte compromiso con el éxito del club, esperando que el equipo se recupere rápidamente.

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Riquelme confía en que el equipo se reponga del “desastre” y pueda mejorar su imagen cuando la próxima semana reciba a Alianza Lima en La Bombonera, en busca de la remontada en la vuelta de la Copa Libertadores.