Más de 6,5 millones de vehículos transitan actualmente por las calles de Chile, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Sin embargo, muchos conductores desconocen ciertas normativas viales que podrían generarles fuertes sanciones si no las respetan.

Uno de estos aspectos, que suele pasar desapercibido, tiene relación directa con el estado del parabrisas, un elemento fundamental para la seguridad al volante.

Multa por conducir con el parabrisas roto

Aunque algunos lo consideran un detalle menor, manejar con el parabrisas trizado, agrietado o dañado por un choque puede transformarse en una falta sancionable. En estos casos, se configura una infracción catalogada como menos grave, lo que implica una multa que puede ir desde 0,5 hasta 1 UTM, es decir, entre $34.392 y $68.785, según el valor vigente de la Unidad Tributaria Mensual para septiembre de 2024.

“Los conductores que sean sorprendidos manejando en un vehículo que tenga el parabrisas dañado o trizado, ya sea por un golpe o choque, serán sancionados al cometer una infracción menos grave”, señala la normativa.

¿Qué ocurre si el daño representa un peligro mayor?

En situaciones donde el daño en el parabrisas sea más severo y pueda representar un riesgo para la seguridad de los ocupantes, los Carabineros tienen la facultad de actuar con mayor firmeza. “En caso de que el daño del parabrisas sea mayor, y podría comprometer la seguridad de las y los pasajeros, funcionarios de Carabineros podrán retirar el vehículo de circulación”, indica la regulación vigente.

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El mantenimiento como una responsabilidad legal y personal

Este tipo de infracciones demuestra que no solo es importante mantener el auto en buen estado por razones técnicas, sino también para evitar problemas legales y proteger la integridad de todos los que comparten la vía. Un parabrisas en mal estado no solo afecta la visibilidad, sino que podría ser determinante en caso de accidentes.