Este viernes debutó un nuevo episodio de La Cabaña, donde los huéspedes fueron Kenita Larraín, Pablo Zúñiga, Javiera Acevedo y Mariela Sotomayor.

En una actividad con la anfitriona Karen Doggenweiler, el periodista y humorista compartió el complejo periodo personal vivido durante la pandemia.

Todo inició cuando Javiera Acevedo interrogó a Zúñiga acerca de su renovada fe en el amor post su agria ruptura. Entonces, el comunicador evocó uno de sus más duros momentos, afectando tanto su esfera sentimental como su carrera.

“Me separé antes de la pandemia y luego viene la pandemia que afecta laboralmente. Me quedé dos años sin trabajo con cinco niños. Cinco colegios, cinco doctores, cinco dentistas, cinco todo”, inició su relato Zúñiga.

“TRATÉ DE UBER, NO PUDE”

El reportero confesó que probó trabajar mediante una aplicación de movilidad, pero fracasó porque los usuarios creían que era una broma.

“En la desesperación en pandemia, traté de hacer Uber. No pude. La gente se subía y me decía ‘ah, cámara oculta, no gracias’. Y se bajaban. Yo les decía ‘no, no estoy haciendo cámara oculta’. Se subía otro y me decía ‘no, me estás grabando, Pablito, qué divertido”, narró.

Además, Zúñiga admitió que “Estoy recién, creo, volviendo a levantarme, hoy día estoy en una etapa que evidentemente superé el tema del matrimonio anterior, y entender que no funcionó y, todo bien”.

“Mi historia se salva en una parte por mis hijos, por otra que encuentro una polola que me encuentra, y lo digo super honestamente, en el peor momento de mi vida. Nunca he estado peor que en estos últimos años”, afirmó Pablo, señalando que “en resumen, es el amor en sus distintas formas”.